La historia de Romina Oviedo de 11 años, es de esas historias virales que te llegan al corazón, porque esta niña de una zona rural de Leopoldo Lugones, Lutti, Córdoba. Todos los días, lejos de excusarse por no tener conexión a internet para realizar las tareas, y así poder continuar con el plan de estudios propuesto desde que inició la pandemia a causa del coronavirus. Recorría a diario 3 kilómetros donde había una antena, en una loma, que le permitía acceder a internet. Y de esta manera descargar las tareas que le enviaba la maestra.
Los vecinos de la zona, al enterarse de la situación iniciaron una campaña para que Romina pudiera estudiar y un grupo de proovedores independientes de internet vieron la noticia en un canal local y decidieron ayudar a la joven.
La tarea no fue fácil, ya que los proovedores debieron viajar durante 4 horas, dos de ellas en ripio para llegar hasta la zona. Pero lograron su cometido: poner una antena que le permite a Romina acceder a la red y estudiar sin problemas, demás está decir que el servicio se la dan de manera gratuita.
Su maestra, Sandra fue una de las que más se conmovió con la historia, ya que un día casi sin poder creer la situación contó, que una vez escuchó a través del teléfono a la mamá de la nena que la llamaba para almorzar. Luego de preguntarle dónde se encontraba, la mujer se mostró sorprendida: “Acá en en la cima de la lomita, porque no tengo señal en casa para descargar las actividades. No lo creí y le pedí que me enviara una foto”.
Ahora que ya tiene conexión la alumna se mostró más que feliz ya que ahora puede estudiar sin problemas e incluso comunicarse con su maestra: “Todo es más fácil, podés llamar por videollamada a Sandra, y lo que no sé, ahora lo busco en google, cosa que antes no podía”, dijo.