Un efectivo de la Policía Caminera de Córdoba murió y otros cuatro resultaron heridos al ser atropellados ayer a la mañana por un vehículo mientras le labraban una multa a un camionero en la autopista Rosario-Córdoba, a la altura de la localidad de Ballesteros.
El conductor del auto que atropelló al grupo se trata de un rosarino, M.Á., de 38 años, quien iba a bordo de un Peugeot 308 en dirección a Rosario y también resultó herido.
El luctuoso siniestro, en el que también resultó herido el camionero que recibía la multa, se produjo a la altura del kilómetro 536 de la autopista, en la zona este de la provincia de Córdoba, en un punto ubicado entre las ciudades de Villa María y Bell Ville y a kilómetros del límite con Santa Fe.
Los policías heridos y el camionero —quien sufrió fractura expuesta— fueron derivados a distintos nosocomios de la zona, en tanto que M.Á. resultó trasladado al Hospital “José Cevallos” de Bell Ville.
Anoche la vida de ninguno de los seis heridos corría peligro. M.Á continuaba internado con traumatismo facial y lesión ocular, de acuerdo a un detalle de los médicos. El automovilista quedó imputado por el fiscal que entiende en la causa de “homicidio culposo agravado” y de “lesiones culposas agravadas”.
La víctima fatal fue identificada como Luis Alberto Pérez, de 26 años, oriundo de la ciudad de Villa María. Se trataba, el agente, de un joven también reconocido en el ambiente futbolístico regional por desempeñarse como árbitro y ser miembro de la Asociación Villamariense de Arbitros de Fútbol (AVAF).
El accidente sucedió alrededor de las 8,45 cuando M.Á. perdió el control del vehículo varios metros antes del camión que estaba detenido, y en rumbo zigzagueante chocó contra los conos dispuestos por los policías camineros, se introdujo en el carril central de la autopista, volvió al asfalto y embistió a los efectivos y al conductor del camión.
Hasta anoche ninguna autoridad podía afirmar con certeza si el camión estaba estacionado sobre el asfalto o en la banquina.
Según testimonios, es un lugar donde los policías de la caminera suelen hacer operativos de control de velocidad, con un agente apostado con un aparato que mide el paso de los vehículos unos 500 metros antes del resto de la patrulla que los detiene.
Tres de los heridos resultaron ser el oficial ayudante Matías Gabriel Barrera, el cabo Marcos David Núñez y el agente Maximiliano José Bertoldo.
El jefe de la Policía Caminera, comisario Pablo Arregues, declaró que los cuatro policías heridos “estarían fuera de peligro”.
“Me comunicaron que estarían fuera de peligro, aunque con lesiones de consideración. En el automóvil viajaba una persona, con dirección hacia Rosario”, dijo el jefe policial.
Con relación al rosarino M.Á., Arregues confirmó y se encargó de señalar que resultó imputado por la Justicia interviniente.
Discusión
El accidente generó un debate acerca de los controles camineros que la provincia de Córdoba dispone sobre las rutas. Mientras un sector de la opinión pública de los propios cordobeses los cuestiona por improcedentes, peligrosos y de perseguir mero afán recaudatorio, otros los defienden y se quejan de los conductores negligentes o que van a muy alta velocidad.
Lo cierto es que en las redes sociales ayer se multiplicaron los comentarios, en especial los que se ubicaron debajo de la noticia publicada por determinados medios.
En el portal de La Capital se leyeron mensajes como el de “Roman Grecco: Cuando van a aprender que en una autopista que te permiten 130 km/h no te pueden poner conitos”. También el de “Darío Bierce: Las autopistas deben controlarse en forma electrónica, lectores de patentes y cámaras. Allí paran para multar por cualquier huevada con tal de recaudar. Responsabilidad del gobierno de Córdoba que nos viene esquilmando con multas desde siempre”.
También apareció el de “Barbara Carignano: los controles en las rutas y autopista son para generar accidentes”.
En la web de La Voz del Interior, de la ciudad de Córdoba, también inundada de quejas, se leyó a “Enrique Leonardo Piano: Lo lamento mucho por el policia fallecido pero pasa que mientras la sed de recaudar de la policia caminera no vea ni sienta cuales son los limites, van a seguir ocurriendo tragedias como estas. Estan literalmente escondidos en lomas, o después de una curva, paran autos en la banquina!, una falta gravisima, todo en pos de más recaudacion. Tengan un poco mas de criterio, busquen la plata de otro modo”.
Otra opinión fue la de “Maxi Oroná: Los controles hay que hacerlos, pero no en la forma en que los hace la caminera de Córdoba. Se ubican al finalizar una curva, o del otro lado de una loma, para que el conductor que viene con exceso de velocidad no se dé cuenta hasta haberse topado con el control. Esta trampa para cazar infractores ya les costó la vida a varios automovilistas que estaban parados en un control. Esta vez les tocó a los policias”.
También fue colgado el comentario de “Federico Krüger: Era sabido que algo así sucedería, no hay carteles que indiquen control policial, porque para hacer multas deben estar de sorpresa… Pasando por allí he observado lo peligroso que es esa forma de control. Que el gobernador asuma la responsabilidad. Un control se anuncia mínimamente un kilómetro antes!”
Debajo, se leyó a “Francisco Alvarez: Hacen menos daño cuando no están. Dejalos que ellos por hacer un acta de infracción son más peligrosos que los autos estacionados”.
Fuente: La Capital