Quedan cada vez menos camas críticas y la dotación de enfermeros no alcanza. Advierten que deberían elegir a quién internar.
Tras conocerse las altas cifras de médicos contagiados de Covid, los enfermeros rosarinos salieron también a mostrar la situación crítica que están atravesando bajo los embates de la pandemia, que los diezmó. Las dotaciones ya no alcanzan mientras crece el uso de camas críticas en toda la ciudad y la provincia suspendió todas las cirugías programadas. En el Hospital Provincial no quedan plazas de terapia y el secretario general de la Asociación Médica, Dardo Dorato, advirtió que, de seguir este panorama, los profesionales de la salud deberán resolver a quién internar y a quién no. Así, el sistema sanitario está al borde del colapso.
Anoche, el gobierno santafesino informó que en los efectores públicos y privados de la región sur quedaron sin efecto, salvo que sean de carácter urgente. “La dinámica que genera esta pandemia es cambiante y estas disposiciones están sujetas a cambios constantes que serán evaluados y notificados a través del Ministerio de Salud”, se indicó en un comunicado de la titular del área, Sonia Martorano.
Además de la capacidad de camas, el pico está poniendo al límite los recursos humanos, y los trabajadores de la salud dicen estar agotados por el esfuerzo realizado.
En este marco, Dorato habló de la posibilidad de poner en práctica el protocolo que indica a quién intubar y a quién no. El referente comparó esta situación con lo que sucedió en Europa y otros continentes en medio de curvas ascendentes y picos de coronavirus. Y pidió mayor responsabilidad para para no tener que atravesar circunstancias de este tipo.
Es que serían momentos muy complejos para el personal de salud que ya, de por sí, atraviesa estrés extremo y sigue contagiándose a la par de la suba de casos.
“Aun en el marco de un análisis ético no es para nada bueno tener que llegar a esto y enfrentarse con familiares. Serían circunstancias de mucha tensión. ¿Y quién te dice que no desaten situaciones de violencia?”. se preguntó el especialista.
El personal de enfermería es uno de los que mayor contacto tiene con los pacientes, y trabaja muchas horas: con un promedio de 40 mil pesos de salario, la mayoría hace dos turnos de seis horas para llegar a un ingreso digno para mantener a sus familias, según apuntaron desde el Colegio de Profesionales en Enfermería.
Si bien en marzo empezaron con una preparación continua para fortalecer conocimientos y prepararse para el pico, hoy la dotación no alcanza con enfermeros que se contagiaron, otros que están aislados y muchos con licencias por factor de riesgo, por lo que los que siguen trabajando están “cansado tanto física como psíquicamente”, describió Liliana Ponti, presidenta de la entidad.
“La dotación nunca es suficiente en los servicios. Un enfermero sobrecargado no puede brindar calidad de atención. Todo se piensa en cuestión de camas, sin entender la complejidad de cada caso: no es lo mismo un paciente Covid en terapia intensiva con respirador que otro. No se pueden hacer maravillas”, dijo la referente a Radio Universidad.
Para atender a una persona infectada con el virus, el enfermero tiene que hacer una trabajosa preparación al vestirse y utilizar todos elementos de protección personal, lo que quita la posibilidad de descansar. “Hay una gran carga emocional, porque no corre riesgo solo él, sino también su familia”, indicó Ponti, y a todo eso hay que sumarle que viene trabajando doble jornada y cubriendo espacios que dejaron compañeros que quedaron fuera de combate.
En esta línea, Dorato subrayó: “Los enfermeros están trabajando sin parar”, y solicitó no olvidar lo que significa para todos los agentes cumplir tareas ante una enfermedad tan contagiosa: “Solo vestirse y desvestirse de manera controlada para no cometer errores lleva 15 minutos. Hay mucha presión y ni hablar de lo que significa volver a casa pensando que el virus podría trasladarse a un familiar”.
Si bien el responsable de la Asociación Médica insistió en que se ha logrado mejorar el número de camas de terapia, remarcó que el problema es la falta de personal necesario para trabajar con pacientes con Covid; no se trata de cualquier enfermo porque requieren de asistencia permanente por parte de varias personas.
No obstante, la escasez de esas personas no logra revertirse. El el responsable del Tercer Nivel del Ministerio de Salud provincial, Rodrigo Mediavilla, admitió que “el escenario es cada vez más crítico”, y a eso le sumó el dinamismo y la volatilidad de los equilibrios que se logran dentro de la crisis. “Hasta hace unas horas en el Provincial había una situación estable que colapsó con el aislamiento de 20 enfermeros, entonces lo que estaba más o menos controlado, quedó al límite”, detalló.
El representante de los médicos fue contundente y preocupante: “deberemos improvisar camas en pasillos y salas de espera; estamos cerca de que los profesionales de la salud tengan que decidir a quién le ponen un respirador y a quién dejan morir”.