“¡Susana! ¿Por qué vendes este paraíso?”, fue la pregunta de cada uno de los que recorrieron la mansión. A lo que la figura televisiva, sin ocultar cierto dejo de nostalgia, respondió:  

“¿Viste lo que es el lugar? Me da muchísima pena venderla porque es realmente un paraíso… ¡Vendo mi paraíso! Lo que pasa es que teniendo La Mary tan cerca, finalmente vengo muy poco aquí!”.

Fue el periodista Gustavo Descalzi quien reveló la millonaria cifra por la cual Susana Giménez vendió La Tertulia, una de sus casas en Uruguay.

Si bien la diva, originalmente, pedía 12 millones de dólares, la operación fue concretada por 4,6 millones.

Desde 2013, Susana “tuvo problemas con el terreno, con la administradora”, y parecía ser que todo se debía que esa casa “está construida sobre un cementerio indio, según avalaron los antropólogos que estudiaron la zona”.

“La visitó un chamán para encaminar las buenas energías y dio resultado porque se vendió. La compró un importante hombre de negocios del rubro de entretenimientos”, contó Descalzi.

Así es La Tertulia por dentro

El interior está hecho con paredes de madera y el exterior de piedra con pisos de ladrillo y cemento alisado. Cuenta con más de seis dormitorios en suites, un establo y una piscina. 

Cada cuarto de la mansión tuvo su color. Turquesa para el de Susana, naranja para el de su hija Mercedes, verde y amarillo para los de los huéspedes.

Porqué Susana Giménez vendió “La Tertulia”

Desde hace un tiempo, Susana anunció su decisión de vender “La Tertulia”, su mansión ubicada en  Garzón, Punta del Este. Junto a Miriam Poggio, una broker con base en Miami, puso en marcha el plan. 

Entonces montaron Cheers, un encuentro de potenciales compradores que compartieron con ella un sunset con tragos y música en vivo. Fue allí cuando la diva de 77 años reveló el motivo por el que tomó esa determinación.