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La noche en paz. Ni siquiera el resultado del Superclásico es tan importante para Diego Santilli como terminar el día sin incidentes. Sabe que esta semi de la Copa Libertadores se juega dentro y fuera de la cancha. El vicejefe del Gobierno porteño, reconocido hincha de River e hijo de Hugo, presidente del club entre 1983 y 1989, sólo está ocupado en sacar adelante un partido caliente. Fundamentalmente, porque las elecciones están a la vuelta de la esquina.
“Tiene que ser el operativo perfecto”, afirmaron en el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad. Hay un poco de inquietud porque hubo algunas amenazas en los foros de Boca y en los grupos de WhatsApp de grupos de barras que quieren “pudrirla” y emboscar el micro de River. En la mente de un grupo de energúmenos, sería una suerte de venganza por lo que ocurrió en la final del año pasado, cuando el autobús xeneize fue atacado en Lidoro Quinteros y Libertador. La calle, además, está convulsionada por los disturbios que se produjeron en el Consulado de Chile. Y en el Gobierno no quieren que la factura se cobre el domingo en las urnas porteñas.
En ese sentido, habrá un mega operativo que contará con 1.500 uniformados de la Policía de la Ciudad. Las calles aledañas a la Bombonera serán bloqueadas desde las 16. Sí: cinco horas y media antes del partido. Recién se liberarán a las 2 de la madrugada del miércoles. Se cortará el perímetro comprendido por las manzanas entre Hernandarias, Wenceslao Villafañe, Martín Rodríguez y Olavarría.
No obstante, habrá una especial atención al ómnibus de River, que tiene un sistema de vidrios antivandálicos. Tanto es el recaudo y la discreción que hay tres vías de llegada a la cancha y las autoridades no quisieron informar cuál será la ruta. “No queremos otro caso como el de Walter Vallejo y Angel Delgado”, confiaron a Clarín desde las altas esferas. Aluden al horror del 30 de abril de 1994, cuando barras de Boca que comandaba José Barrita, el Abuelo, entonces líder de la Doce, asesinaron a dos simpatizantes de River.
No habrá visitantes, claro. Pero no quieren problemas con el bus de Vía Bariloche. Por eso habrá 50 agentes del Grupo de Acción Motorizada, 2 helicópteros y un monitoreo permanente del vehículo blindado que saldrá desde el Monumental camino a la Bombonera. El plantel que conduce Marcelo Gallardo será despedido por un banderazo que organizó la Subcomisión del Hincha.
Por otro lado, un convoy escoltará a los jugadores de Boca desde el hotel Madero a Brandsen 805. Lógicamente, no será el mismo despliegue.
“Hay algunas situaciones en las redes sociales que estuvimos monitoreando. Hay que comprender que esto solamente es un partido de fútbol. Ya no es cuestión de un barra brava. Vimos una mamá pegándole bengalas a un nene en el clásico de River para entrar al estadio. Es un tema que nos preocupa”, sostuvo Marcelo D’Alessandro, secretario de Seguridad de la Policía de la Ciudad. Y añadió: “Desde el Departamento de Cyber Crimen se viene navegando en las redes sociales, hay llamados y amenazas, y hay un jugador de Boca con custodia policial”. Wanchope Ábila -de él se trata- había denunciado intimidaciones para él y su familia antes del clásico de ida que se disputó en el Monumental.
Habrá tres anillos de seguridad. En el tercero de ellos, funcionará el sistema Tribuna Segura para el reconocimiento facial. Hay 800 barras con derecho de admisión. Entre ellos, Mauro Di Zeo y Mauro Martín, capos de la barra azul y oro.