Provincia atiende la situación generada por la tormenta que afectó a Rosario y zonas aledañas
Este día marca el comienzo de la semana Santa festividad que varía en fechas ya que depende del Equinoccio de Primavera y la primera noche de Luna Nueva. Por eso todos los años varían las fechas, aunque siempre se celebran en el entorno de los meses de Marzo-Abril.
Un pasaje bíblico apunta al origen de la celebración que hoy conocemos como Domingo de Ramos; (Mateo, 21,1-4). El Domingo de Ramos da comienzo a la Semana Santa, este día conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén. Para la tradición cristiana es un día en el que se conmemora un triunfo, la entrada de Cristo en Jerusalén y el reconocimiento de un rey.
Se lo denomina Domingo de Ramos, debido a las ramas de palma que fueron puestas en el camino cuando Jesús entró en Jerusalén, montado sobre un asno. La celebración de la misa comienza con la bendición de las palmas y ramos de olivo que llevan los asistentes. Durante la ceremonia de la misa se da lectura al relato completo.
La misa de este día fue realizada en el altar montado sobre calle Pellegrini frente a la Iglesia Nuestra Señora Del Carmen, con gran concurrencia de católicos sentados en sillas acomodadas sobre el pavimento, también hubo un coro conformado por músicos y cantantes en un improvisado escenario al costado del altar callejero en donde se procedió a la bendición de ramos que luego serían repartidos a los presentes. Los ramos benditos adornando los hogares significan la proclamación de Jesús como Rey absoluto de nuestra casa.
Al finalizar la misa dialogamos con el Padre Alberto Pezzeta, sacerdote de la parroquia “Nuestra Señora del Carmen”, quien indicó; “los diversos e intensos preparativos que se están llevando a cabo con motivo de la celebración de la Cuaresma, el periodo previo a la celebración de las Pascuas de Resurrección, uno de los momentos más importantes de la liturgia católica, esta costumbre comenzó con el Padre Ernesto y nosotros la continuamos, solo que la cambie de lugar porque me parece que esta calle se asemeja a un Templo con las ojivas de sus plátanos. Lo lindo es que ambas comunidades, la de Salesianos e Iglesia del Carmen, se encontraron para celebrar a la Iglesia de Jesús en su entrada a Jerusalén, luego va a logran su obra redentora dando su vida por nosotros y queremos que esa redención se vuelva salvación por eso abrimos la casa, el corazón y nuestra vida para que el señor reine y nos conduzca hacia el padre.
Podemos detenernos en el Jueves Santo porque es la conmemoración de la última cena, con sus legados tan ricos como lo son el mandamiento del amor, la eucaristía y el lavado de los pies, mostrándonos el servicio que nos cuesta tanto por encerrarnos en el egoísmo, cuando el Señor nos habla de servir y de humillarnos.
El viernes a las cinco de la tarde vamos a recordar la Pasión, a las 20 horas haremos el Vía Crucis caminando las calles recordando ese camino que Jesús realizó para probarnos cuanto nos amó.
La noche del sábado vamos a recordar la celebración de la luz, el fuego, el agua bendita y del bautismo, porque es el pasar de Cristo de la muerte a la vida. El domingo de Pascua se celebra esa alegría de Cristo resucitado que vence el pecado, que vence a la muerte, que nos abre las puertas de la eternidad y que nos compromete a vivir en relación con Dios y con nuestros hermanos, porque el señor nos ha hecho Iglesia, nos ha hecho familia y quiere que vivamos como tal, amándonos, respetándonos, compartiendo unos con otros en una comunidad cristiana. Por eso la Pascua no es solo el domingo sino toda la vida viviéndola eternamente en Dios.