El Aeropuerto Internacional Islas Malvinas amplía sus destinos turísticos para el verano
El Gobierno hizo su último intento por lograr el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner. Pero la falta de quórum no permitió que se tratara el pedido del juez Claudio Bonadio para quitarle los privilegios a la ex presidenta, para que pudiera ir presa con prisión preventiva.
El único peronista que bajó y acompañó a Cambiemos fue Carlos “el Lole” Reutemann. “No hay ninguna persecución política sino una investigación judicial”, dijo el senador Federico Pinedo y argumentó que desde su bancada sólo buscaron darle cumplimiento a los plazos que establece la ley de fueros, que fija 180 días para su tratamiento desde el envío del requerimiento al Congreso.
Mientras tanto, el jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Pichetto, indicó que la sesión nunca se debería haber intentado, porque el Tribunal Oral Federal 8, en una nota sostuvo que “todas las personas imputadas en la presenta causa que se encuentran en libertad están a derecho, y dando cumplimiento en tiempo y forma a sus obligaciones procesales”.
A las 16:30, media hora después del tiempo fijado para iniciar la sesión, Cambiemos aceptó que no podría avanzar contra la senadora. Ni siquiera logró asistencia perfecta de los 25 miembros de su interbloque: faltó el correntino Pedro Braillard Poccard, por problemas con su vuelo. Tampoco logró apoyo por fuera.
Entre las ausencias, las más notorias fueron las de todo el bloque que lidera Pichetto y, obviamente, la del Frente para la Victoria-PJ. Tampoco estuvieron otros opositores como Fernando “Pino” Solanas, Adolfo Rodríguez Saá o bloques provinciales de Misiones y Santiago del Estero, entre otros.
Sólo la neuquina Lucila Crexell, del MPN y Reutemann apoyaron el pedido del oficialismo.