Una señora mayor de edad llegó a la Comisaría 5º de Puerto San Martín diciendo que había encontrado en su casa una cantidad importante de mercadería y que desconocía su procedencia. En realidad, tal como aclaró luego, la procedencia tenía un culpable: su hijo.
A la vez, en la misma sede policial una vecina de la ciudad denunciaba que autores desconocidos habían entrado a su casa y robado mercadería que utiliza en su comercio de venta ambulante.
La historia se resolvió rápido. La madre del ladrón entregó la mercadería y, de paso a su hijo. Éste confesó el hecho y, por ser menor de edad, recuperó luego su libertad.
Tras pesquisas policiales se encontró el resto de la mercadería robada. La misma estaba en la casa de otro joven, cómplice del primero.
Fuente: SL24