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El boxeo está de luto. Justo en la jornada en la que se conmemora el Día del boxeador argentino, este miércoles 14 de septiembre, por un nuevo aniversario de la llamada Pelea del Siglo que protagonizaron el argentino Luis Ángel Firpo y Jack Dempsey, se conoció la noticia del fallecimiento de Horacio Accavallo, una leyenda del boxeo nacional.
A los 87 años, luego de batallar durante más de una década contra el Alzheimer, el segundo campeón del mundo que tuvo Argentina en la historia murió esta madrugada.
“Así te voy a recordar viejo! Con los brazos en alto como un campeón. Gracias por tus enseñanzas y por inculcarme tus valores. Descansa en paz”, escribió en sus redes sociales Accavallo Jr, uno de sus hijos, para despedirlo.
“Roquiño” nació el 14 de octubre de 1934 en Villa Diamante, Lanús. Durante su carrera, se consagró campeón de peso mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), una hazaña que, hasta ese momento, solo había logrado el mendocino Pascual Pérez (en 1954).
Considerado uno de los boxeadores más inteligentes de nuestro país por como estudiaba a los rivales cada vez que se subía al ring, el fanático de Racing se consagró el 1° de marzo de 1966, cuando derrotó en Tokio al japonés Katsuyoshi Takayama.
Más allá de sus presentaciones cada vez que se calzaba los guantes, la vida de Accavallo estuvo marcada por la humildad y el esfuerzo. De chico, se las rebuscó como botellero para ayudar a su familia y hasta trabajó en un circo.
Luis Ángel Firpo, el hombre que le dio vida al Día del Boxeador argentino
Este martes 14 de septiembre se conmemora la icónica “Pelea del Siglo” en la que el argentino enfrentó a Jack Dempsey.
No siempre los hitos se fundan a base de victorias. Y si hay una historia que le da sustento a dicha afirmación es la de Luis Ángel Firpo, el protagonista de una icónica pelea que marcó un quiebre en el boxeo nacional y que llevó a conmemorar cada 14 de septiembre como el Día del Boxeador argentino. Sí, aunque terminó perdiendo.
Aquel 14 de septiembre de 1923 en el Polo Grounds de Nueva York, en Estados Unidos, el Toro Salvaje de Las Pampas fue el primer argentino en pelear por un título mundial. Enfrente estaba Jack Dempsey, uno de los boxeadores que todavía es reconocido entre lo más grandes de toda la historia.
Ante los más de 80 mil espectadores que vivieron la pelea en el estadio y los miles de argentinos que la siguieron pegados a la radio, Firpo cayó siete veces en el primer round. Sin embargo, sobre el cierre del asalto, el argentino hizo volar fuera el ring a Dempsey con un derechazo en la sien.
El estadounidense permaneció casi 20 segundos fuera del cuadrilátero y, aunque el árbitro Johnny Gallagher debió haberle dado por perdida la pelea, pudo volver al ring gracias al impuso de un grupo de periodistas y espectadores.
En el segundo round, Dempsey se recuperó y logró derribar otras tres veces al argentino, venciéndolo por nocáut.
“Siempre respeté a Firpo y tuve el gusto de volverlo a encontrar en mis visitas a la Argentina. Fue un gran campeón y me dio una lección importante: yo no era invencible y también podía perder”, reconoció el mismísimo Dempsey muchos años después, en una entrevista con la revista El Gráfico.
Tras “La Pelea del Siglo”, tal como fue bautizado aquel combate, se levantó la prohibición del boxeo en el país y el deporte comenzó a despegar, abriéndole las puertas a una larga lista de campeones que vendrían después.