El expresidente Mauricio Macri consideró que el atentado sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner está siendo “utilizado por el kirchnerismo de forma partidaria para iniciar una cacería de enemigos simbólicos a los que les atribuye, sin ninguna racionalidad, la instigación a ese ataque”.
En un comunicado publicado en sus redes y titulado “El atentado a Cristina Kirchner está amenazando al país con otras desgracias”, Macri planteó que “el hecho violento que puso en riesgo la vida de la vicepresidenta y que mereció el repudio de todas las organizaciones y los dirigentes, está siendo ahora utilizado por el kirchnerismo de forma partidaria para iniciar una cacería de enemigos simbólicos a los que les atribuye, sin ninguna racionalidad, la instigación a ese ataque”.
“En contraste, todos recordamos ahora la austera y responsable reacción que mereció de parte del Dr. Alfonsín su atentado en 1991, cuando de inmediato se negó a situarse como víctima o a utilizar políticamente el ataque como un ariete”, añadió.
Macri agregó, “a diferencia de la sabiduría de Alfonsín, hoy vemos cómo en sus discursos, declaraciones, tweets y manifestaciones públicas captadas por cronistas de la televisión, dirigentes y militantes del oficialismo señalan con furia la supuesta responsabilidad de la prensa en haber incitado al atacante a intentar matar a la vicepresidenta”.
El expresidente sostuvo que el propio ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, “estableció un vínculo directo entre editoriales de diarios, radio y televisión y el ataque a Cristina Kirchner”.
“Esta atribución es tan irracional como el propio atentado y puede poner en peligro la vida de periodistas, la integridad de los medios de comunicación independientes y, a continuación, a la democracia misma”, advirtió el exmandatario.
En esa línea, amplió: “Por eso vengo acá a advertir a la opinión pública sobre esta maniobra que está usufructuando el atentado a Cristina Kirchner para alentar la persecución a la prensa y a la Justicia. Usan la oportunidad para debilitar dos columnas esenciales de la democracia y, en ese acto, cambiar el curso de los acontecimientos judiciales que todos conocemos”.
“Remarco con énfasis que no hay ninguna posibilidad de democracia sin libertad de prensa y que la libertad de expresión no es solamente el resultado de la falta de prohibiciones, sino también de la ausencia de amenazas y amedrentamientos; un derecho de todos los argentinos como lo expresa la Constitución Nacional“.