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Todo empezó en el almuerzo secreto, el 24 de octubre, en la sede central del Banco Provincia. “Loco, tenés que resolver ahora, si no el año que viene es demasiado tarde”. Sergio Massa apuró al anfitrión, Axel Kicillof, con un menú de demandas: la integración de la Justicia y la estrategia electoral. Fue después del cierre de listas en el PJ, que llevó a Cristina Kirchner a apropiarse del bastón de mariscal.
Este mes y pese a la tensión permanente entre la expresidenta y el gobernador, ya hubo no uno sino dos encuentros secretos entre CFK, Kicillof y Massa. La mesa tripartita busca poner orden a una interna peronista desbocada. La novedad: el “hijo pródigo” logró sentarse en representación propia, no como una sombra de su mentora. El otro dato es que Máximo Kirchner no participó de ninguna de las dos reuniones.
Hay varios frentes calientes. Avanzaron con la idea de suspender las PASO en Provincia. El diputado y presidente del Frente Renovador Rubén Eslaiman presentó al filo de la semana pasada un proyecto para suspender las primarias en 2025 con el argumento de los costos que demandarían en medio de la crisis. ¿Es un guiño a Javier Milei o un paso ensayado de un esquema ya acordado? Sintomático. Casi en simultáneo, la Casa Rosada también mandó al Congreso el proyecto para eliminar las PASO.
Otro movimiento llamativo. La senadora Lucía Corpacci puso la última firma que necesitaba el pliego de Ariel Lijo para llegar al recinto. La Libertad Avanza ya advirtió que si no hay acuerdo en el Senado, designará a Lijo y a Manuel García-Masilla por decreto. Cristina Kirchner envía señales de que quiere negociar. Está dispuesta a avalar a Lijo, pero pide a una jueza en el lugar de Masilla. La salida que ya había maquinado la Casa Rosada es la ampliación de La Corte.
Kicillof envió a la Legislatura 200 pliegos de funcionarios judiciales, mientras Sebastián Amerio orejea las tandas de jueces federales que anunció y aún no envió al Senado. Justicia y elecciones, son los dos dados que baten los libertarios y los peronistas. El resto, mira.
El acercamiento entre Cristina Kirchner y Kicillof es apenas eso. “Está todo roto. No hay vuelta atrás. Ni de un lado, ni del otro”, admite una fuente inobjetable al tanto de los encuentros. En las últimas horas, volvió a estallar la interna entre el Gobernador y La Cámpora. El intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi rompió el bloque de concejales de Quilmes y la jefa comunal Mayra Mendoza culpó directamente a Kicillof. Todo eso sucede mientras hay una mesa de coordinación de segundas líneas que integran el ministro de Gobierno bonaerense Carlos Bianco, Sebastián Galmarini (por Massa) y el presidente del bloque de diputados provinciales de UxP Facundo Tignanelli (por Máximo Kirchner).
Es que son varios los puntos que los distancian. El massismo no está de acuerdo con el desdoblamiento de las elecciones que sí baraja Kicillof. Tampoco comparte la idea de habilitar las reelecciones indefinidas de los intendentes, que sí avalaría el Gobernador. Anticipar las elecciones es la opción que corrió en La Plata para despegar a los cargos provinciales de los nacionales ante una segura candidatura de Cristina Kirchner como diputada nacional. Kicillof no descarta desdoblar los comicios por decreto. “Hasta marzo hay tiempo”, advierten en La Plata.
Más que globo de ensayo, aerostático: en las últimas horas empezó a circular CFK, candidata a senadora por CABA. ¿Cristina senadora, Massa diputado? “Malísimo. No sé de dónde sale eso. Hoy es todo imaginación. Además que en CABA es altamente probable perder. Todavía es todo prematuro. Sergio siempre habló con todos. La interna es de ellos…”, dicen cerca del excandidato a presidente.