Los Ángeles Lakers vencieron 106-93 a Miami Heat en el sexto partido de la serie que finalizó 4-2 para los de Lebron James, y de esta manera se consagraron campeones por décima séptima vez de la NBA, el campeonato de básquet más importante del mundo.
En un partido que tuvo un control absoluto de los campeones, incluso en un momento llegaron a sacar una diferencia de 36 puntos, con una defensa comprometida y concentrada al 100%, ganando casi todos los duelos individuales coronando a Lebron como figura del encuentro.
El astro, que fue catalogado varias veces como el hijo prodigo de Michael Jordan, cerró un partido con unas estadísticas dignas de un monstruo: logró un triple-doble con 28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias, el undécimo que logra en unas Finales y fue su cuarto trofeo de MVP de las Finales.
Hasta este domingo, los Bolton Celtics eran la franquicia más campeona de la NBA con 17 anillos, pero por el nuevo campeonato de los Lakers tras 10 años, tendrán que compartir el liderazgo.