Allí se realizó el proyecto presentado por las seños, para articular el afuera con todo el edificio pre escolar para marcarle una impronta de infancia.
Durante el viernes anterior docentes y padres habían blanqueado las zonas a pintar, y luego de un viernes fallido por las inclemencias del tiempo, el martes finalmente se llevó adelante la propuesta que comenzó en las paredes exteriores pero cuya intervención incluyó patio, aulas e interiores del Jardín con una performance que dirigió la muralista Inés Aguillón invitada de la ciudad de Granadero Baigorria convocada por la directora Marcela Blanco y su vice directora Ester Beatriz (Piky) Caporella.
Este proyecto se culminó de esta manera luego de meses de preparación, cumpliendo las expectativas de llenar el espacio de color con dibujos infantiles creados por sus pequeños alumnos, que integran no solo el mural del frente sino todos los distintos rincones del 101.
Las docentes en nota anterior con Funes Hoy habían expresado, “La gente que siempre vivió aquí sabe dónde queda el 101, pero en el crecimiento que tuvo la Ciudad, pasan por aquí los nuevos vecinos y no lo identifican, por eso la idea es marcar una huella de infancia en el afuera, que ingrese hasta el interior avisando que este es un jardín de Infantes”.
Hoy ese propósito se cumplió totalmente, desde donde se observe el edificio del Jardín 101 se vislumbra infancia. Además de haber logrado un gran sentimiento de pertenencia de los involucrados en decorar sus paredes para alcanzar esta impronta, quienes aseguran más que nunca el sentir “yo soy 101” con mucho orgullo y emoción al aseverarlo.
