El virus Ébola vuelve a aparecer en África casi un año después del fin de la última epidemia. El viernes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de la existencia de un nuevo brote en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), en una región fronteriza con la República Centroafricana, en el que ya han fallecido tres personas. Las autoridades congolesas han hecho una llamada a la calma y han solicitado el apoyo de la OMS, que ya ha anunciado el envío de material de apoyo y de personal para tratar de frenar su expansión.
El ministro de Sanidad de la RDC, Oly Ilunga Kalenga, informó mediante un comunicado que desde el pasado 22 de abril se han notificado nueve casos de fiebre hemorrágica en la zona boscosa de Likati, región del Bajo Uelé. “Cinco muestras de sangre obtenidas de estos pacientes sospechosos fueron enviados al Instituto Nacional de Investigación Médica en Kinshasa, uno de los cuales dio positivo para la cepa Zaire del virus Ébola”, aseguró el ministro. El viernes, la OMS confirmó la noticia y elevó a tres el número de muertos.
La RDC es el país donde se descubrió este virus en 1976 y el que más epidemias ha sufrido desde entonces, un total de ocho. Por ello, el ministro lanzó un llamamiento de calma asegurando que el Gobierno “ha adoptado todas las medidas necesarias para responder rápida y eficazmente”. Asimismo, la OMS asegura estar trabajando ya “en estrecha colaboración con las autoridades nacionales y provinciales y con el apoyo de todos nuestros socios para facilitar el traslado de material de protección y de personal sobre el terreno con el objetivo de reforzar la vigilancia epidemiológica y controlar el brote rápidamente”.
Un equipo de expertos se encuentra ya en Nambwa, localidad considerada el epicentro de este nuevo brote situada a unos 45 kilómetros de Likati, mientras que refuerzos procedentes de Kinshasa se encuentran en camino, según el Ministerio de Sanidad. “La situación está bajo control y los equipos sobre el terreno nos mantendrán regularmente informados de la evolución de la situación”, añadió Kalenga. La primera medida a adoptar en estos casos es el aislamiento del pueblo afectado mediante un cordón sanitario, así como el tratamiento de todas las personas afectadas en condiciones seguras.
El último brote de ébola en la RDC se produjo en 2014 en la provincia de Ecuador y provocó 49 muertos gracias a que pudo ser rápidamente controlado. Sin embargo, en la mente de todos está la terrible epidemia que entre 2014 y 2016 se extendió por cinco países de África occidental, Guinea, Sierra Leona, Liberia, Malí y Nigeria, llegando incluso a saltar a España y Estados Unidos. En total fallecieron 11.310 personas de un total de 28.616 contagiados. Sin embargo, entre las razones de la rápida extensión del brote de Guinea y su salto a otros países está el hecho de que era la primera vez que el Ébola se manifestaba en seres humanos en África occidental. En la RDC, por el contrario, acumulan una amplia experiencia.
Fuente: El País