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La fiscalía de Manhattan, Nueva York, presentó el martes los cargos contra la Cooperativa de Medicamentos de Rochester (RDC, por sus siglas en inglés), la sexta distribuidora de medicamentos más grande del país, por distribuir ilegalmente oxicodona y fentanilo, y conspirar para estafar a la agencia antidrogas de EE UU (DEA, por sus siglas en inglés). La empresa admitió haber cometido los delitos y accedió a pagar una multa por 20 millones dólares. En un comunicado, la RDC reconoció que “no identificó ni comunicó pedidos sospechosos de medicamentos por parte de las farmacias” de 2012 a 2017.
La fiscalía y la empresa llegaron a un acuerdo que le permite a la distribuidora seguir operando y retrasar el juicio mientras cumpla con nuevos estándares de conducta y se someta a una supervisión durante tres años por un experto externo que informará regularmente a la DEA. El convenio no libera a los dos exfuncionarios de la compañía acusados. Laurence Doud, quien fue director ejecutivo de RDC durante más de 25 años, enfrenta dos cargos de conspiración y, según su abogado, planea declararse inocente. Arriesga 15 años de cárcel. El otro exejecutivo acusado, William Pietruszewski, cooperó con los fiscales y se declaró culpable de tres cargos criminales, informa Reuters.
La RDC admitió haber violado las leyes federales de narcóticos desde enero de 2012 hasta marzo de 2017 al distribuir sustancias controladas, incluidas la oxicodona y el opiáceo fentanilo (cincuenta veces más potente que la heroína), a los clientes de las farmacias, a pesar de las “señales de alerta” internas de que se utilizarían de manera inadecuada. De acuerdo con documentos de la fiscalía, la RDC informó solamente cuatro pedidos sospechosos que recibió entre 2012 y 2016. La DEA identificó más de 2.000. “Bajo el liderazgo de Doud, la RDC ha entregado decenas de millones de (sellos) de oxicodona, fentanilo y otros opiáceos (potencialmente) peligrosos a las farmacias”, incluidos las que sabían que estaban “distribuyendo a personas que no los necesitaban médicamente”, dijo la fiscalía.
Para elaborar los cargos las autoridades usaron los mismos estatutos penales que los aplicados contra los vendedores de droga ambulantes y los jefes de cárteles que trafican con fentanilo y oxicodona, según The New York Times. Este golpe sin precedentes llega tras una investigación de dos años liderada por la Administración de Control de Drogas, que arrancó después de que la compañía violara los términos de un acuerdo civil. Los esfuerzos para atajar a los responsables de la epidemia llegan en un momento en que los opioides, incluidos los analgésicos recetados y la heroína, causaron 48.000 muertes en 2017 en EE UU, según el Centro para el Control de las Enfermedades. Las autoridades sostienen que el cada vez más mayor número de adictos a fármacos no tienen una necesidad médica que les permita acceder al fármaco por lo que solo puede obtenerlo de manera ilegal.