Una vecina de barrio Ludueña denunció en la comisaría 12ª que un subcomisario de la Agrupación Orden Público con 20 años de servicios en la fuerza se asomó al patio de su casa vestido de mujer y le requirió que le comprara droga. “Comprame (droga) porque estoy vestido de mujer y me da vergüenza”, testificó la vecina en la seccional del barrio. Esa declaración fue ratificada luego en la División Judiciales de la Unidad Regional II y la Jefatura ordenó el pase a disponibilidad del suboficial hasta que se aclare su situación.
La denunciante contó que su vecino policía se asomó “con una peluca roja y una botella de vino espumante en la mano” y le dijo: “Andá a comprarme droga porque estoy vestido de mujer”. Además de lo registrado en la seccional 12ª, el hecho quedó asentado en la División Judiciales de la Unidad Regional II y en actas de la Policía de Acción Táctica (PAT) y el Comando Radioeléctrico. La investigación la lleva Karina Bartocci, titular de la Unidad Fiscal de Violencia y Corrupción Institucional.
“Me da vergüenza”
Todo ocurrió el sábado pasado al mediodía cuando una jefa operativa de la PAT fue convocada a inmediaciones de Gandhi y Camilo Aldao por agentes de una brigada de calle. Al llegar al lugar la oficial se entrevistó con su personal y con dos mujeres que querían denunciar a un vecino. Alejandra D., de 53 años; y su hija Grecia Judiht G., de 27 años, que padece un leve retraso madurativo, fueron entonces acompañadas a la seccional 12ª.
En la comisaría Grecia relató que a las 11.30, cuando caminaba hacia su casa un vecino se asomó desde un patio y a los gritos le pidió que le vaya a comprar drogas. La mujer contó que el hombre estaba “vestido con una peluca roja, remera marrón, pollera y zapatos de mujer”. El relato continuó diciendo que el hombre “llevaba en la mano una botella de vino espumante” y que parecía “drogado o borracho”.
Grecia declaró que “de una de las casas salió un hombre con una peluca roja, con una botella de vino Frizze en su mano que me dijo: «Andá a comprarme droga porque estoy vestido de mujer». Yo le dije que no, pero él me insistía: «Dale, comprame que estoy vestido de mujer y me da vergüenza»”, según quedó expuesto en la denuncia.
El vecino fue identificado como Hernán Daniel G., subcomisario de Orden Público que prestaba servicios como jefe del Destacamento del Hospital de Niños Zona Norte.
La denunciante relató en la seccional que ante el pedido del hombre sintió miedo y que le contó lo ocurrido a una amiga de su madre. Y que esta mujer la acompañó a ver la casa de la cual salió el hombre travestido. Entonces llamaron y el hombre no las atendió. “Desde la ventana decía: «Dejen de molestarme que me voy a dormir»”, declaró Grecia. Ofuscadas, las mujeres solicitaron ayuda a una brigada de la PAT que patrullaba la zona.
Sorpresa y media
Los efectivos fueron hasta la casa del vecino denunciado y entablaron un diálogo con él. El hombre les contestó sin abrir la puerta y eso motivó que la PAT solicitara refuerzos al Comando Radioeléctrico, que envió al patrullero 7043. Los uniformados indicaron que el vecino nunca se identificó como personal policial y que en un momento les gritó: “Ustedes no saben con quién se están metiendo”. Tanto hicieron los efectivos que lograron que G. abriera la puerta, se identificara y exhibiera su credencial.
Como Grecia y su madre insistían con realizar la denuncia, los uniformados las llevaron a la seccional de Solís y las vías. En tanto el oficial G. fue en su vehículo particular para “aclarar la confusión”. Al llegar a la 12ª G. pasó por delante de las denunciantes y Grecia lo reconoció aunque ya estaba “vestido como hombre”. El suboficial entonces le dijo: “Flaca, yo no te hice nada”, algo que indignó aún más a la joven y su mamá.
“Vos, hijo de puta, sos el que quiso agarrar a mi hija (para que comprara droga). ¿Qué haces acá? Policía este es mi vecino, el que quería que mi hija fuera a comprar droga”, dijo la mujer en un hecho que ya era un escándalo. Para ese momento el incidente estaba registrado en dos actas de procedimientos: la número 99 de la PAT y la 5098 del Comando. Además, el fiscal César Cabrera de la Unidad de Flagrancia había ordenado que las actuaciones pasaran a la División Judiciales de la UR II.
Antes de retirarse de la comisaría Alejandra D. dejó constancia en la denuncia de que su hija Grecia padece un retraso madurativo que no supera los cinco años pero que “no le impide comprender los hechos cotidianos”. Fuentes policiales consultadas confiaron que Giménez fue pasado preventivamente a disponibilidad y que la investigación trata de determinar si el policía denunciado “se travestía para conseguir droga y luego comercializarla o sólo es un travesti consumidor”, indicó un vocero.
Fuente: La Capital