Las víctimas, dos menores de 8 y 12 años oriundos de la Mesopotamia argentina, eran hermanos y habrían sido entregados por un argentino a cambio de un camión.
Los abusaron, ataron en pedestales, cortaron, decapitaron, desmembraron, bebieron su sangre y comieron su carne.
Los exámenes de ADN confirmaron que eran hermanos, pero hijos de padres diferentes. El niño tenía entre 8 y 10 años de edad, y la niña, entre 10 y 12 años.
Además fue encontrado el cuerpo de una mujer, que los investigadores creen que podría tratarse de la madre de los niños. Su cuerpo se encontraba enterrado en el lugar.
El director regional de policía del Valle del Sinos, Rosalino Seara, informó a la prensa local que confirmaron la existencia de un templo donde se encontró la imagen de un demonio y, a continuación, un cráneo dentro de una cuenca con sangre.
El líder de un templo satánico y dos de sus seguidores fueron detenidos en una residencia del área metropolitana de Porto Alegre. En declaraciones a la policía, el líder del grupo afirmó ser “maestro y brujo”, y también realizar rituales y conferencias sobre el tema. Dijo también que poseía una especie de “pacto con el diablo” que le garantizaba realizaciones financieras y amorosas. Pero negó hacer sacrificios humanos.
La policía investiga si los rituales se practicaban en el templo.
También hay prófugos, entre ellos, el argentino que entregó a los hermanitos.
FUENTE: Telefe Noticias