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Este jueves 11 de Octubre por la noche, en el Museo Ferroviario y de la Ciudad Juan Murray se compartió una cata de vinos con degustación de quesos, con cupos limitados de invitados inscriptos con anterioridad.
En un clima absolutamente distendido y coloquial se compartió esta Cata de dos etiquetas distintas: LOLA Montes y CIRCUS Roble.
Las opciones de degustación son de vinos Premium, de alta gama, ambas a cargo de un sommelier de vasta experiencia.
En el evento el especialista a cargo explico cómo se debe realizar la cata, el aireo del vino, en qué tipo de copa.
También el corte de la capsula y el descorche, en dos pasos: colocando el sinfín hasta el fondo, y luego se tira en dos pasos y sale en forma correcta sin romper el corcho para no contaminar el líquido. Luego de la explicación se concentró en la acción, demostrándolo.
Acto seguido tomó la botella desde la parte inferior y sirvió desde 10 o 15 centímetros de distancia el líquido, nunca rozando el borde de la copa que llenó hasta un quinto de su contenido total.
También explicó la correcta forma de servirlo, a que distancia de la copa debe estar la botella.
La cata estuvo acompañada de una degustación de quesos que ayuda en el cambio de sabores a apreciar la diferencia de los vinos.
Elaborado por Bodega Escorihuela, Circus Roble es una marca en ascenso para el marcado y la casa. El Malbec ofrece buena intensidad, con aromática frutal y una madera evidente que realza el trazo, mientras que al paladar entra goloso, con frescura media y buen sabor. Logrado y cotidiano.
Lola Montes Red Blend es un vino blend de Malbec, Syrah y Tannat. Uvas provenientes de Luján de Cuyo, Mendoza. Es frutado, ligero, con dejos de frambuesa, ciruela y cassis. De color vivo y brillante, un excelente vino para cualquier ocasión y momento, descontracturado y casual, para compartir con amigos.
En la oportunidad el sommelier a cargo enseño sobre el vino degustado, “hay que afinar los cinco sentidos, bueno, mejor dicho tres sentidos en concreto: La vista, el olfato y el gusto. También interviene el tacto, como veremos ahora, Primero, oler el corcho. Como ya explicamos anteriormente, nos dará pistas. Tomamos la copa, preferiblemente por el tallo o la base, así no calentamos el vino. Inclinamos la copa (unos 45º) sobre un fondo blanco, Primero observaremos el color, nos dará una idea de la edad del vino. Sin agitar el vino, metemos la nariz y olemos. Primero localizaremos los aromas primarios, son los propios de la uva, de naturaleza frutal o vegetal.
Agitamos la copa ligeramente para que el vino entre en contacto con el oxígeno y desprenda más aromas, los secundarios, los que se originan en la fermentación tanto alcohólica como malo láctica, suelen ser más numerosos en vinos jóvenes. Seguimos agitando con más energía para dar paso a los aromas terciarios. Conocidos como bouquet, finalizamos con la fase gustativa, dónde al beber un pequeño sorbo, descubriremos su textura, acidez o dulzura.
En este caso este vino rosado, está preparado para la guarda como si fuera un vino de tres o cuatro años, pero los rosados en general son vinos de uno o dos años de añejamiento, siempre se recomienda una cava con una humedad y oscuridad media y temperatura baja, como también para los vinos blancos, ya que son los más jóvenes. Si no se posee una bodega o un sótano, que son lo más recomendado, el lugar casero ideal pasa a ser un placad. Hoy en el mercado se consiguen cavas de temperatura regulables ideales para cada cepa”, informó a los catadores invitados”.