La fiscal Alejandra Mangano fue quien abrió la investigación para determinar si “durante los años 2003-2015 inclusive se efectuaron viajes con la flota aérea presidencial desde la ciudad de Buenos Aires a las ciudades de Río Gallegos y El Calafate con finalidades que excedieran las atribuciones con las que cuenta el Poder Ejecutivo”, indicó en el requerimiento.
Cuando procesó a los ex secretarios privados del matrimonio Kirchner, Bonadio reclamó que se investiguen los vuelos a Santa Cruz en los que según los testimonios sólo se trasladaban diarios. La sospecha es que se hayan malversados fondos públicos.
El magistrado determinó -en base a una serie de testimonios-, que “durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner se realizaban vuelos en avión con el único fin de llevar los diarios a los nombrados desde esta ciudad a las ciudades de Río Gallegos y El Calafate, como así también otros elementos que no se encontraban relacionados con la función pública”.
Por eso, el juez requirió que se inicie una investigación para corroborar si se cometió el delito de malversación de caudales públicos.
En este contexto se llamó a declaración testimonial José Luis Bustos, Humberto Trerotola, Carlos Martín González y José Alberto Luna para que “aporten mayores datos en relación a los traslados de los diarios” desde Capital Federal al sur. Todos ratificaron que hubo vuelos con el único fin de “llevar diarios a Santa Cruz”.
La semana pasada, según señalaron fuentes judiciales a Clarín, también brindó su testimonio Sergio “Potro” Velázquez, ex piloto de la flota presidencial. Fue él quien ratificó que los fines de semana cuando Néstor y Cristina Kirchner descansaban en Santa Cruz, “se llevaban los diarios en el avión que estuviera disponible”, dijo ante Bonadio.
Asimismo, contó que era indistinto el avión que utilizaban, que en algunas ocasiones podía ser el Tango 03, como otras aeronaves de la flota presidencial.
Respecto al Tango 03 ya se habían formulados denuncias públicas por parte de Mariana Zuvic -aliada de Elisa Carrió y esposa de Eduardo Costa, ex candidato a Gobernador por Santa Cruz-, quien dijo que viajaba los fines de semana cuando allí descansaban los ex Presidentes “para trasladar únicamente los diarios”.
Otro de los pilotos que prestó declaración testimonial, relató que al comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner “los diarios se enviaban en el primer vuelo de línea de Aerolíneas Argentinas”, pero un fin de semana hubo un retraso importante en la llegada del vuelo “y desde entonces se dio la orden de enviarlos con la flota presidencial”, explicaron fuentes de la causa.
Entre las declaraciones testimoniales solicitadas por la fiscal Mangano y a las que dio lugar el magistrado, uno de los citados señaló que en ocasiones, principalmente en vuelos hacia El Calafate de los aviones presidenciales, “se trasladaban diarios y muebles pesados y de tamaño importante”.
Uno de los testimonios en los que se basó Bonadio para ordenar que se inicie una investigación fue el de José Luis Bustos, quien contó al juez: “Teníamos un vuelo que le decíamos ‘el diariero’ porque volábamos los fines de semana –sábado, domingos y feriados– y en general sólo trasladábamos los diarios despegando generalmente a las 6 de la mañana desde Aeroparque. Los vuelos se realizaban solo cuando la familia presidencial se encontraba en el sur y podían ser a El Calafate o Río Gallegos. Las personas que viajaban en el avión a El Calafate o Río Gallegos iban con sus valijas o bolsos con ellos, no las despachaban”.
Estos dichos fueron ratificados en esta nueva causa, ya que esa primera declaración se realizó en el marco del expediente de los cuadernos de la corrupción.
A este planteo se sumó el del comisario de abordo Ángel Alejandro Heit, quien dejó en su testimonial más sospechas sobre los vuelos K: “veía que llegaban camiones o combis, directamente desde Olivos con personal de Presidencia, quienes cargaban directamente a bodega las valijas. Dicho equipaje no siempre era escaneado por el escáner móvil de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. A veces era equipaje y a veces eran muebles, por ejemplo, hacia El Calafate, que estimo que eran para un hotel por la cantidad (…) subían a bordo directamente desde las camionetas de Presidencia y una vez arriba, las manejábamos nosotros para no rayar el mobiliario del avión”.
Junto con las testimoniales ya tomadas, se está investigando cuál era el costo de movilizar los aviones únicamente para el traslado de diarios durante aquellos fines de semana. También, se solicitó que se incorpore a la causa la normativa que “regula la asignación y las atribuciones concernientes a los viáticos presidenciales, con especial mención de aquellas vinculadas a la flota aérea”.
Asimismo, se pidió al Archivo de la Agrupación Aérea de Presidencia la documentación vinculada al período 2003-2015, que “aporte las órdenes de transporte aéreo y manifiesto de pasajeros de cada uno de los aviones que estuvieron afectados a prestar servicios para presidencia”.