Visitamos el CAPS Bernardo Houssay, dónde dialogamos con Pross, quién explica, “El golpe de calor ocurre cuando aumenta la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol durante las altas temperaturas como estamos teniendo en la ciudad, ayer vivimos una jornada dónde rozamos los 40 grados o por realizar ejercicios o trabajos físicos intensos en ambientes calurosos con escasa ventilación.
En estas situaciones, el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento y tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. Cuando realizamos actividad física es uno de los momentos donde más cuidado debemos tener si la temperatura es alta.
Las personas más vulnerables siempre son las que pertenecen a los dos extremos etarios, los niños y los ancianos.
Para prevenirlo, vestirse con ropas claras y livianas, de ser posible mantenerse en espacios frescos o refrigerados.
Siempre recomendamos, no exponerse al sol sobre todo entre las 11 y las 15 horas que es el horario dónde los rayos UV son más fuertes, y de hacerlo colocarse un protector de factor 50 mínimo.
En cuanto a los alimentos: beber mucha agua, ingerir alimentos bien refrigerados, sobre todo carnes y lácteos, lavar bien las verduras y frutas para evitar gastroenterocolitis y tratar que las ingestas sean livianas, es preferible consumir porciones pequeñas, varias veces al día.
Síntomas del golpe de calor
En general, el paciente se siente débil, suda, tiene náuseas, mareos y le duele mucho la cabeza. El pulso se puede acelerar. Tiene falta de elasticidad en la piel por deshidratación, se siente muy cansado, con fatiga y agotamiento. Además, puede tener calambres musculares.
Si bien podemos disfrutar de los beneficios de la vida al aire libre hay que tener cuidado ya que el golpe de calor puede ser muy grave. Esta gravedad es mayor para los bebés y niños pequeños, y ancianos por eso, ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse al centro de salud.
Las personas insoladas suelen sentirse confusas, tienen la piel muy caliente, roja y seca, es posible que no sude, que su respiración sea superficial, tenga vómitos y le resulte muy difícil beber. En los casos más acentuados, pueden aparecer convulsiones o pérdida del conocimiento. Es importante tener presente que una persona que manifiesta molestias leves frente al calor, en poco tiempo puede descompensarse y estar en peligro.
Pasos para brindar primeros auxilios en emergencias del calor
1. La medida principal es retirar a la persona de la exposición al calor, acompañarla a un lugar fresco, con sombra y, si es posible, donde corra aire.
2. Revisar su vestimenta y aflojar aquellas prendas que estén muy ajustadas.
3. Hidratar a la persona: si puede tragar, ofrecerle agua fría. Además, humedecer su rostro con una esponja o toalla húmeda.
4. Llamar a un servicio de emergencias médicas. Acompañar a la víctima hasta la llegada de los profesionales, sin dejar de enfriarla. Conjuntamente, verificar constantemente sus signos vitales y su respiración.
5. Si la víctima perdiese el conocimiento, realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP)”, expuso la Secretaria de Salud.