La resaca del colapso eléctrico se ha prolongado durante un día, después de que el propio mandatario, Nicolás Maduro, entregara a trabajadores de la estatal Corpoelec una réplica de la espada de Simón Bolívar.
“Los enchufados (dirigentes y empresarios chavistas) siempre están bien”, ha protestado Nancy del Moro, vecina de La Candelaria, barrio muy cercano al Palacio de Miraflores, con presencia de emigrantes españoles y portugueses. En La Candelaria también escasea el agua, incluso sus habitantes la recogen en un grifo de una plaza cerca del centro presidencial. Tanto agua como electricidad ya fallaban antes del apagón, pero ahora la situación es incluso peor.
En algo sí se equivoca Del Moro: el inminente nombramiento del nuevo gabinete presidencial ha disparado quinielas e incertidumbres entre los habituales de la rotación ministerial. La vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció el domingo “una reestructuración profunda de los métodos y funcionamiento del Gobierno bolivariano, para blindar la patria de Bolívar y Chávez ante cualquier amenaza”.
Se trataría del primer gabinete de la nueva era de Maduro tras su jura del 10 de enero, ya que desde entonces ha gobernado con el mismo equipo con el que terminó su primera presidencia. “Aquí no hay gabinete, sino usurpación de funciones. Es muy grave la situación y demuestra la debilidad de un régimen que no da respuestas al pueblo”, ha contestado Juan Guaidó, presidente encargado del país, quien el domingo protagonizó una escena “musical” con la cantante española Rosana Arbelo en Vargas, su tierra natal. Guaidó acompañó a la cantautora canaria e incluso se animó con algunas estrofas para acabar con un “¡Pa’ los malos no estamos, para los buenos sí!”.
El líder opositor prosiguió así su ruta, denominada Operación Libertad, con la que pretende que quienes están en contra de la revolución viajen hasta Caracas para mostrar su rechazo. Guaidó se ha reunido con dirigentes sindicales, que han anunciado una marcha para mañana, para exigir que se apruebe la Ley de Garantías Laborales de protección a empleados públicos. Una protesta a pocos metros del mismo Palacio de Miraflores, que a buen seguro no será permitida, como todas las anteriores, por las fuerzas gubernamentales.
Juan Guaidó, tras la reunión, ha ponderado el trabajo del Grupo de Contacto de la Unión Europea, que se volverá a reunir a final de mes en Quito. “Tiene claridad de que en Venezuela hay una dictadura y hace falta una elección realmente libre en el menor tiempo posible”, ha afirmado el discípulo del preso político Leopoldo López. El ministro Josep Borrell ha insistido hoy en que mantienen su apoyo a Guaidó como “presidente interino” para que convoque elecciones, tras las críticas contra la UE y España realizadas por el presidente chileno Sebastián Piñera.
LAS SEDES DIPLOMÁTICAS EN EEUU
El rostro de Juan Guaidó preside desde hace unas horas dos sedes diplomáticas en Washington y el consulado de Nueva York. La toma de las tres sedes ya forma parte de la simbología opositora en la lucha contra el chavismo.
Como ya pasara en la Asamblea Nacional en enero de 2016, los retratos de Hugo Chávez y de Maduro fueron descolgados de las paredes de forma fulminante. “Hemos comenzado a tomar el control de las sedes diplomáticas de nuestro gobierno en los EEUU, para fortalecer las relaciones bilaterales y atender oportunamente a la comunidad venezolana”, confirmó el presidente encargado.
David Smolansky, ex alcalde exiliado en EEUU y enviado de la OEA para el tema migratorio, participó en la toma de la agregaduría militar de Washington. “Paredes, piso y techo, destruidos. Se llevaron computadores y no hay archivos”,