Sin embargo, hay otros puntos en los que sí hay un camino para recorrer. Tal vez el más complejo sea la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, cuyo nuevo texto debe ser presentado en marzo al Congreso.
De este tema ya estuvieron charlando hoy el jefe de la misión del Fondo, Roberto Cardarelli, y el representante permanente en la Argentina, Trevor Alleyne, con el secretario de Política Económica, Miguel Braun, y el vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero.
El objetivo, tal como quedó plasmado en la letra chica del acuerdo es “reforzar la independencia del Banco Central“. Los técnicos del Fondo y de la entidad monetaria trabajarán a partir del encuentro de hoy en el los principales artículos que modificarán los actuales.
© Proporcionado por THX Medios S.A. Lagarde y Dujovne (AP)Avanzar en la independencia de la institución implica prohibir que la entidad financie al Tesoro como lo hizo en la última década. De esta forma, quedará vedada la posibilidad de efectuar adelantos transitorios y también de transferir utilidades. Funcionarios del equipo económico aclaran, sin embargo, que el nuevo texto dejará una posibilidad para que ese financiamiento tenga lugar, pero en situación muy excepcionales y siempre por montos acotados.
Esto es un paso clave para empezar a bajar la inflación de manera más consistente en los próximos años. Justamente, los adelantos transitorios y giro de utilidades significaron una importante fuente inflacionaria en los últimos años.
La actual Carta Orgánica también establece algunas restricciones para el esquema de financiamiento, pero que en la práctica fue lo mismo que nada. A tal punto que durante el kirchnerismo los fondos girados por el Central al tesoro significaron hasta 5% del PBI. Ya en el Gobierno de Cambiemos la cifra se fue reduciendo significativamente. Pero desde que está en marcha el nuevo acuerdo, que estableció un programa muy estricto de emisión monetaria, las transferencias del Central al Tesoro fueron directamente eliminadas.