El violento temporal que se desató el sábado a la noche y continuó durante el domingo dejó secuelas en diferentes puntos de la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Hubo dos muertos en Caseros. Se volaron los techos de una escuela, un garaje y una estación de servicio. Aún quedan 975 evacuados y daños en las casas.
Además. el temporal dejó sin luz a más de 600.000 usuarios en la Ciudad y el Conurbano. Desde Edenor y Edesur avisan que durante la jornada de hoy se terminará de restablecer el suministro eléctrico.
Según cifras publicadas por la página del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), entre ambas distribuidoras contabilizaron más de 686.515 usuarios (503.254 de Edenor y 183.261 de Edesur).
Por su parte Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor, que distribuye energía en el noroeste del gran Buenos Aires y la zona norte de la Capital, destacó que “no se paró de trabajar ni aún durante la tormenta que según el Servicio Meteorológico Nacional, finalizó en la madrugada de hoy. El número de afectados bajó y los que restan serán restablecidos durante esta jornada”, aseguró Mirabelli.
La tormenta afectó a la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. A partir de las 3.30 del domingo lo que había empezado como inofensivas gotas de lluvia se convirtió en un temporal de viento, granizo y diluvio, con vientos de hasta 150 kilómetros por hora.
Sólo en Tres de Febrero hubo 120 incidentes. Paneles de policarbonato que se alzaron como un globo de helio, laberintos de árboles caídos, veredas que funcionaron como depósitos de chapas y postes de luz, colapso de servicios y una torre de publicidad que osciló durante minutos hasta caer arriba de cuatro casas. Ocurrió en avenida General Paz al 2600 en el peor tramo del temporal, poco después de las 3. La estructura, de unos 20 metros, quedó recostada sobre las viviendas.
“Que nadie saliera lastimado fue totalmente fortuito. En algunas casas no había gente, pero en otras sí. Estaban durmiendo. Fue una suerte que la torre no cayera sobre habitaciones”, describieron desde el Municipio a Clarín. Además de viviendas, bajo el hilo de ruinas había un kiosco. Algunas de las empleadas dijeron antes las cámaras de televisión que el poste solía moverse y hacer ruido cuando se levantaban fuertes vientos. Las velocidades de hasta 150 kilómetros lo terminaron de tumbar.
Esas escenas también se replicaban en otros 14 distritos de la Provincia, con más de mil evacuados y casi 690 mil usuarios bonaerenses sin suministro de electricidad. Según un relevamiento del equipo de la gobernadora María Eugenia Vidal, el temporal afectó en forma especial los municipios de Merlo, Tres de Febrero, Ituzaingó, Quilmes, Pilar, La Plata y Morón. En ese último, se desprendió el techo de una escuela. La estructura de dos aguas salió despedida y la planta alta quedó destrozada. Los alumnos, alrededor de 400 entre menores y adultos, no podrán volver. Desde el miércoles, quedarán redistribuidos en instituciones cercanas.
Las intensas lluvias, además, sobrecargaron las cuencas de ríos que atraviesan buena parte del suelo bonaerense. Hubo desbordes en los cauces del Río Lujan, arroyo Las Flores, Santa Águeda, Pinado, Salas, Burgueño, Calabaza, Las Piedras y Del Rey.
El paisaje en Ciudad de Buenos Aires ya había recuperado hacia la tarde su normalidad. Pero durante horas fue de película. Cascadas cayendo sobre los mostradores en Aeroparque; pasos bajo nivel convertidos en piletas con autos de los que solo se podía ver el techo; vías, andenes, escaleras y pasillos del subte bajo el agua; autos abiertos como flores de metal por la caída previa de un árbol; balcones cubiertos de granizo con forma de pelotas de golf; y una foto viralizada que prueba otra vez la desidia: un rayo cayendo a metros de un escenario y de un público masivo. Fue en el estadio Malvinas Argentinas, en La Paternal. El rayo impactó en una punta del escenario, que después se derrumbó como consecuencia del viento. Los organizadores desoyeron los alertas meteorológicos.
También, se desplomó el techo de una estación de servicio sobre la General Paz, en Liniers. Y tampoco se salvó el Hospital Borda. Se vino abajo la pared del Centro de Investigaciones que da a la avenida Amancio Alcorta, el mismo muro se había caído en 1991, en otra tormenta.
Fuente: clarin.com