El presidente estadounidense, Donald Trump, rechazó este martes la necesidad de abrir el debate sobre el control de posesión de armas en Estados Unidos y dijo que con más restricciones las víctimas del tiroteo en Texas “podrían haber sido cientos”.
“Si ese hombre no hubiera tenido un arma y le hubiera disparado (al tirador), las víctimas podrían haber sido cientos”, dijo Trump en referencia al residente de Sutherland Springs que, armado con su propio fusil, se enfrentó al hombre que abrió fuego en una iglesia matando a 26 personas, tras lo que se quitó la vida.
El mandatario zanjó así las preguntas sobre una modificación de la ley a raíz de la peor matanza de la historia de Texas en una rueda de prensa en Seúl. En ese sentido, argumentó: “El estado con más controles de armas es Chicago y es un desastre”.
El mandatario estadounidense ya había afirmado el día anterior en Tokio que el tiroteo se debió a “un problema de salud mental de alto nivel” y no de armas.
La matanza fue perpetrada por Devin Kelley, un ex soldado de 26 años que fue expulsado de la Fuerza Aérea por mala conducta. El cuerpo militar reconoció que no introdujo sus antecedentes violentos en un registro del FBI tal y como dictan sus protocolos, lo que permitió que Kelley pueda comprar armas legalmente.
Después de la masacre a tiros en Las Vegas, Trump y sus colaboradores dijeron que era inapropiado considerar cambios en políticas cuando las personas continuaban de luto. A pesar de que días después se insinuó cierta apertura a prohibir las culatas que permiten disparar de manera casi automática, la Casa Blanca no ha mostrado urgencia en ello.
Fuente: infobae
(Con información de EFE y AP)