La buena noticia es que, según las Inmobiliarias de Funes destacaron la oferta de inmuebles se duplicó y se acortó la lista de espera de interesados en alquilar. La antigua norma “retrajo muchos inmuebles que podrían haberse ofrecido para alquiler, retrajo mucho el mercado y era un gran inconveniente buscar un inmueble para alquilar”. “Teníamos lista de espera que se están reduciendo”
Los contratos de alquiler pactados durante el último mes, tras la entrada en vigencia del DNU 70/2023 que derogó la Ley de Alquileres, son en su mayoría de corta extensión, con plazos de entre uno y dos años, en su mayoría con ajustes trimestrales o en el mejor de los casos cada seis meses, según los resultados de un relevamiento realizado por Inquilinos Agrupados.
En base a estos datos, desde la entidad señalaron que las condiciones para los inquilinos empeoraron a la hora de alquilar una vivienda en el último mes.
El relevamiento, denominado Encuesta Nacional Inquilina, refleja las respuestas de 3.300 casos de inquilinos e inquilinas de todo el país. La amplia mayoría (92,9%) de los encuestados consideró que el 2024 será peor que el año pasado.
En lo que respecta a los plazos, en el 87,3% de los contratos que se firmaron tras la entrada en vigencia del DNU tienen una actualización por períodos menores a 6 meses, de los cuales el 25% es cada 3 meses.
Antes del DNU, el 69% de los contratos contemplaba actualización anual, 20% cada 6 meses y sólo el 4% actualizaba cada 3 meses
Este último esquema se invirtió en el último mes: 45,6% de los nuevos contratos establecen actualización semestral, 24% cada 3 meses y sólo el 7,6% el plazo de anual. A esto se suma que el 51% de los contratos firmados en el último mes tienen menos de un año de duración.
En relación a los sentimientos generados por la cuestión de la vivienda, predomina la angustia (78%), la ansiedad (75%) y el sentimiento de desesperanza (68%) entre los y las inquilinas que respondieron el cuestionario.
En cuanto a la actualización de precios: “Sugerimos hacer contratos mínimos de 2 años con actualizaciones cada 3 meses con el índice del contrato de locación (ICL) o bien, que sea por el índice de Precios al consumidor (IPC), pero hay que ver si cada 4 o 6 meses puede andar, porque puede ser mucho y después tenemos el problema de que no pueden pagar”, observó el Corredor Inmobiliario Local, consultado por Funes Hoy.