Un año después del pedido que le hizo el capitán de la Selección, la Churrería de Funes, ubicada en calle cochet 1942, se expande a nivel mundial. “Nunca imaginé que todo se iba a dar tan rápido”, reconoce Sofía Snaidero, la dueña del local.
La tarde del lunes 19 de junio de 2023 se había nublado en Funes, cuando Antonela Roccuzzo activó su iPhone con el Face ID y entró a WhatsApp. Buscó el contacto de una churrería cercana, a la que ya le había comprado en otras ocasiones, y escribió un mensaje: “Hola, buenas tardes. Quería pedir tres docenas. Todos rellenos”.
Sofía Snaidero, la dueña del local, no sospechó nada distinto. Ni siquiera sabía que hablaba con la esposa de @leomessi. Mucho menos que su vida estaba por cambiar. Preparó el paquete, se lo dio a Juan Pablo -el repartidor-, le dijo que había que llevarlo al Kentucky Club de Campo y todo continuó como siempre. Era, en ese momento, un pedido más, apenas un eslabón en la cadena de una jornada laboral rutinaria.
Pero no hubo nada de rutinario cuando al llegar al barrio privado los encargados de seguridad le avisaron al delivery que le llevaba el pedido a Messi y su familia.
Se sabe que Leo tiene el toque del rey Midas y todo lo convierte en oro. Si hay momentos que cambian la vida de las personas, esa tarde del 19 de junio de 2023 fue la refundación de la Churrería de Funes. A tal nivel que después de ese chat de Antonela y de que se supiera que Messi compra churros ahí, el local pasó de tener siete empleados a 25 durante dos meses. La gente hacía fila en la puerta para pedir lo mismo que el capitán de la Selección argentina.
Un año después del llamado de la familia Messi, la Churrería de Funes venderá sus productos en Miami
Un año y 21 días después de aquel llamado, Sofía Snaidero, que se emocionó hasta las lágrimas, logró dar el primer paso para cumplir el gran sueño de su vida. La Churrería de Funes desembarcó en Miami el jueves 11 de julio de 2024. Messi cambia vidas de verdad. No es broma.
El primer paso que dieron fue capacitar a un pastelero en la Argentina para que replique en Miami lo que ellos hacen en Funes. “Por ahora no queremos viajar nosotros, así que nos asociamos con una pastelería que se llama Manhattan, a cargo de tres rosarinos, ubicada en Sunny Isles, y vamos a trabajar en conjunto”, detalló Sofía.
Quién es el Messi de los churros que viajó de Rosario a Miami
“Durante los primeros días de enero -agrega- los chicos del local se contactaron con nosotros. Como nuestra idea familiar es quedarnos en la Argentina, acordamos capacitar a un pastelero para enseñarle nuestros trucos y explicarle cómo hacemos lo que hacemos. Y aprendió todo de la mejor manera. Los churros que se van a vender en Miami son los mismos que se pueden comprar en Funes. No hay diferencia”.
Sofia comprende que tiene que dar pasos seguros, pero está convencida de que lo mejor está por venir: “Nosotros les brindamos a los chicos de Manhattan nuestra receta y vamos a trabajar por un porcentaje muy bajo, porque la idea, en primera instancia, es llegar. Sabemos que cuando la gente de Miami pruebe nuestros productos vamos a explotar por todos lados. Vamos a ir haciendo contratos de tres meses para no apurarnos”.
Hernán tiene 36 años, es pastelero y vivía en la zona sur de Rosario antes de subirse al vuelo que lo llevó a Miami el 11 de julio. “Lo preparamos muy intensamente. Se fue con todas las herramientas. Le explicamos todo. Para nosotros es muy importante centrar las energías. Y que antes de preparar la masa, hay que estar bien humanamente. Los tiempos de Dios son divinos. Y acá estamos, agradecidos como familia, disfrutando de este momento”. A Sofía se le quiebra la voz.
El desafío más importante: conseguir la misma materia prima que en la Argentina
La propuesta surgió en enero, pero recién se pudo concretar en julio. Desde la puesta a punto de Hernán, para que conociera cada detalle de la preparación, hasta cómo conseguir la misma materia prima que en la Argentina.
Primero hicieron pruebas con productos locales, pero los churros no quedaban como ellos querían. Entendieron que la salida era una sola: usar lo mismo que se usa en Funes. “Lo de la materia primera es un gran desafío. Los productos argentinos no son los mismos que los que se producen en los Estados Unidos. Allá hacen otro tipo de churros”, aclara.
“Por el momento compraremos harina argentina 0000 de a un kilo, que se consigue a través de un distribuidor que vende cosas de todo el mundo. Igual que el dulce de leche. Con respecto al aceite que usamos lo venden en todos lados, así que eso, que es el secreto, está resuelto”.
Sofía no duda: “Vamos pasito a pasito. No nos queremos apurar, pero sabemos que esto va a explotar en cualquier momento. Ahora lo que falta es hacer magia con la masa”.
Messi tendrá los churros que le gustan a 35 minutos del predio del Inter Miami
Fanático de los cosas dulces, Messi tendrá a 35 minutos del predio del Inter Miami un lugar para adquirir los churros que come con su familia cuando está en Funes.
“Estamos tratando de llevarles nuestros churros a Leo y a todos los jugadores del Inter Miami. Sería una locura que eso se diera. Creemos en lo que hacemos, en nuestra capacidad y esfuerzo, pero nunca me hubiera podido imaginar que todo se iba a dar tan rápido. A veces nos sentamos con mi familia y no lo podemos creer. Pero acá estamos”, cierra Sofía, emocionada, consciente de que Messi le cambió la vida para siempre.