Cristina Kirchner planteó la nulidad de la causa y recusó al juez Bonadio y al fiscal Stornelli

La ex presidente Cristina Kirchner se presentó a declarar ante el juez federal Claudio Bonadio por la causa de los cuadernos del chofer Oscar Centeno en la que se investiga un presunto circuito de corrupción entre funcionarios y empresarios en torno a la obra pública.

La senadora fue citada a declarar luego de que los escritos del ex chofer de Roberto Baratta, número dos del Ministerio de Planificación durante la gestión kirchnerista, y el testimonio de algunos empresarios “arrepentidos”, como Carlos Wagner (ex presidente de la Cámara de la Construcción), la vincularan con la trama de corrupción que se investiga.

A las 9:24, la ex Presidente salió de su departamento de la calle Juncal. Esa dirección aparece varias veces en los cuadernos como destino final de las coimas que pagaban los empresarios. Había apenas un puñado de militantes, pero mucha expectativa periodística. De hecho, la ex jefa de Estado miró a un periodista que la golpeó cuando intentaba entrevistarla.

A las 9:36, el Chevrolet blanco en el que suele movilizarse arribó a Comodoro Py. La expectativa periodística era aún mayor. Hubo muchos gritos y alguna voz de apoyo a lo lejos. “Viva Cristina”, se escuchó. Allegados a la ex mandataria aseguraron que los dirigentes cercanos al papa Francisco Juan Grabois y Eduardo Valdés fueron a los tribunales a respaldarla.

El juez Bonadio ya procesó a la ex Presidente con prisión preventiva en diciembre de 2017 por traición a la Patria, a raíz de la denuncia del fiscal fallecido Alberto Nisman por encubrimiento del atentado a la AMIA. En aquella oportunidad, le solicitó al Senado que inicie inmediatamente el proceso de desafuero de la ex Presidente. Hasta el momento, no se trató.

A través de las redes sociales, CFK pidió a la militancia de Unidad Ciudadana que no se movilice en su apoyo frente a los tribunales de Comodoro Py. Según se supo, Cristina no contestará preguntas y se limitará a presentar un escrito.

De acuerdo con los cuadernos de Centeno, Baratta recogía las coimas de diferentes empresarios para luego entregar el dinero en el departamento que compartían Néstor y Cristina Kirchner en el barrio porteño de Recoleta, en la Quinta de Olivos o en Jefatura de Gabinete. Es por eso que el fiscal Carlos Stornelli la investiga como jefa de una asociación ilícita dedicada al cobro de retornos.

“Pero decidí nuevamente porque en una reunión que tuvo el ministro De Vido; Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. de Kirchner, en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales”, escribió Centeno en mayo de 2013.

En paralelo a la indagatoria, el juez Bonadio envió un pedido al Congreso para que habiliten allanamientos en los domicilios de Cristina Kirchner, actual senadora nacional, por esta misma causa.

La Cámara alta sesionará el próximo miércoles para tratar esta solicitud del magistrado, aunque en el Bloque Justicialista, de cuyo voto depende la aprobación para que la Justicia avance con los allanamientos, no hay aún una postura definida sobre el tema.

Hasta el momento, la causa que sacudió el escenario político tiene a ocho empresarios arrepentidos, 15 detenidos y 38 imputados.

Fuente: Infobae

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