Un hombre de 38 años fue apresado ayer en Funes en el marco de una investigación por trata de personas que lleva adelante el juzgado federal 1 de la ciudad de Córdoba, a cargo de Ricardo Bustos Fierro. Por la misma causa, hace más de cuatro años había sido apresada en un departamento del macrocentro de Rosario la pareja del ahora detenido, quienes en su momento fueron acusados de liderar una red internacional de explotación de mujeres que se había originado en Chile, donde habrían hecho una importante fortuna con la trata de jóvenes argentinas, paraguayas, ecuatorianas y colombianas.
Según fuentes oficiales, la tarde de ayer agentes de la Delegación Rosario de la Policía Federal llegaron hasta una casa de Funes donde se alojaba el sospechoso y, tras tareas de vigilancia apresaron en la calle a Luis Alejandro González, sobre quien pesaba el pedido de captura de la Justicia federal cordobesa y que en febrero de 2014 había escapado de un operativo de Gendarmería Nacional en departamentos de Rosario.
Hace 4 años
El 20 de febrero de 2014, agentes de Gendarmería Nacional allanaron departamentos en el Apart Victoria (Pellegrini al 1300) y en Balcarce al 600 con órdenes expedidas por la Fiscalía Federal de Córdoba. El objetivo eran cuatro departamentos donde se presumía que podría haber actividad de trata de personas.
La investigación en Rosario se había iniciado en julio de 2013 cuando la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase Buenos Aires) solicitó a la delegación local de Gendarmería una pesquisa por presunta trata de personas, delito por el cual se involucraba a Luis Alejandro González y Malvina Serrano, la pareja que había regentado una red de trata en Santiago de Chile desde 2003.
Así las cosas, los gendarmes establecieron que la pareja se domiciliaba en el Apart Victoria. Allí tenían un estudio fotográfico donde las mujeres eran retratadas y posteriormente “ofrecidas” en una página web para brindar servicios sexuales.
A medida que avanzaba la investigación, Gendarmería supo que las personas involucradas en la causa estaban siendo investigadas desde 2012 por la Fiscalía Federal 1 de Córdoba, a cargo por entonces de Enrique Senestrari por infracción a la ley de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas. Y se descubrió que era la misma red que operaba en Chile y que tenía pedido de captura internacional.
En este país la investigación continuó a cargo de la Fiscalía de Córdoba, la que libró exhortos judiciales para que Gendarmería realizara cuatro allanamientos en Rosario, tres de ellos en departamentos del Apart Victoria y el restante en Balcarce 634 donde se comprobó que los investigados regentaban un privado en el que tres chicas eran explotadas sexualmente.
El operativo contó con la participación de psicólogos de la Oficina de Rescate y Aacompañamiento a las Víctimas de Trata dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación y como resultado del mismo fueron detenidas Malvina Serrano y una joven que trabajaba a sus órdenes. Sin embargo González no fue hallado y desde entonces se le perdió el rastro hasta ayer.
Tras los Andes
Cuando se conoció el hecho, el Centro de Investigación Periodística de Chile publicó un informe en su página web que detallaba el accionar delictivo de González y Serrano. Allí se explicaba que el negocio ilegal lo comenzaron a desarrollar en 2003 en el recoleto barrio El Golf, en Santiago de Chile.
Luis Alejandro González es cordobés y llegó por primera vez a Chile a mediados de ese año acompañado de su pareja, la también cordobesa Malvina Soledad Serrano. Al igual que en Rosario, armaron un estudio fotográfico donde retrataba a las chicas para promocionarlas a través de internet. En tanto, Serrano administraba el negocio, atendía los llamados de los clientes, cobraba y se encargaba del lugar donde las chicas recibían a los interesados.
El informe chileno señala que González fue investigado por el Servicio de Impuestos Internos por lavado de dinero debido a que el negocio le estaba proporcionando ingresos millonarios a sus cuentas bancarias que él no declaraba.
González se vio obligado a abandonar Chile después de que la policía descubrió a una menor de edad ecuatoriana en el local por él regenteado y desde entonces se le perdió el rastro, aunque se suponía que habría estado en Rosario junto a su pareja, detenida como se dijo en febrero de 2014. Finalmente cayó ayer en la ciudad de Funes.
Fuente: La Capital