La ciudad de Santa Fe perdió el aliento en el mediodía de ayer, y una vez que la incredulidad dio pasó a certeza, se sumió en el estupor y una creciente e impotente rabia: una docente de 33 años fue asesinada a puñaladas en la puerta de una escuela de Alto Verde cuando salía de dar clases por un ex alumno (casi de su misma edad) que habría pretendido robarle la moto, según los trascendidos iniciales de la policía que detuvo a un sospechoso cerca de dos horas más tarde.
No obstante, el subsecretario de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Rolando Galfrascoli, afirmó que no se descarta ninguna hipótesis porque hasta la tarde de ayer los investigadores carecían de elementos que indicaran que el hecho se produjo en el marco de un intento de robo.
Estas expresiones parecen darle verosimilitud a versiones que daban cuenta ayer de que la maestra podría haber sido denunciante en la causa por la cual ya había sido detenido el hombre.
El funcionario, quien junto al secretario de Educación, Oscar Di Paolo, brindó anoche una conferencia de prensa en la que aseveró: “Alto Verde es una de las zonas más patrulladas de la provincia y del país. Está incluido en el programa nacional Barrios Seguros y el despliegue de las fuerzas de seguridad de la provincia. Ligar esto a una cuestión de seguridad es apresurado; no ligarlo también es apresurado”.
Apenas 11 años tiene la hija de Vanesa Soledad Castillo, y ayer quedó huérfana. La noticia la devastó al igual que al resto de la familia y los vecinos de la localidad de Santa Rosa de Calchines. La moto quedaría estacionada frente a la puerta de escuela 533 Victoriano Montes como mudo testigo de la tragedia. La maestra recorría en ella cada día los 48 kilómetros que hay entre su hogar en esa localidad del departamento Garay y su lugar de trabajo.
La prensa debió esperar para dar a conocer el nombre de la víctima hasta tanto se hubiera anoticiado a los familiares en Santa Rosa que había perdido la vida a causa de la gravedad de las diez heridas punzantes que recibió cuando intentaron robarle la moto.
Apenas eran las 12 del mediodía. Y el lugar podría decirse es el centro neurálgico del barrio. Sin embargo el presunto homicida —un joven de 30 años que está detenido quien habría sido su alumno en algún momento— la atacó con diez puñaladas en el tórax. Ante los gritos salió corriendo llevándose como botín alternativo la cartera dejando a la docente tan mal herida que su vida se extinguiría apenas al llegar al hospital José María Cullen.
El presunto asaltante y homicida huyó a su casa. Cerca del lugar y como todo aconteció a plena luz del día cuando los padres comenzaban a llegar al lugar para buscar a sus hijos que al igual que la maestra concluían la jornada educativa, rápidamente se armó una pueblada.
Los vecinos no sólo vieron el ataque —aunque la mayoría no quiso relatarlo a la prensa— sino que movidos por la indignación buscaron hacer justicia por mano propia. A los pocos minutos una muchedumbre rodeaba la casa de Ramón “Chacho” Cano, dónde éste se había refugiado. La policía debió disparar algunas balas de goma para dispersar y disuadir a la gente. Sólo así evitó que ingresaran a la vivienda donde además habría estado la madre del acusado.
Fueron momentos de verdadera tensión. La indignación popular fue expresada a los gritos con promesas de venganza sobre la persona de Cano. Un vecino conocido y a quien casi todos conocen que tiene antecedentes por violentos y cursó una condena en la cárcel hasta hace poco por un delito de violación. Los epítetos que le gritaban los vecinos aludían tanto a aquel antecedente como al presunto ataque homicida contra la maestra.
Cerca de las 14, un impresionante despliegue de efectivos de distintas áreas de la policía y de Prefectura, detuvieron al joven en su casa de la manzana 7 donde se había atrincherado y se lo llevaron de Alto Verde. Quedo detenido en la URI y quedó a disposición del fiscal Andrés Marchi quien lleva adelante la instrucción del caso. Cano estuvo tres años y medio preso en Coronda por una causa de abuso sexual e intento de robo a mano armada en 2014. El año pasado el juez de Sentencia, Norberto Nisnevich, lo dejó salir.
“El Chacho andaba como merodeando por la escuela” dijo un vecino que afirma haber visto el ataque pero que no percibió de qué se trató hasta la maestra gritó y joven salió corriendo con su cartera. El relato asevera que la maestra salió de la escuela y subió a la moto. Cano se le acercó. En un momento, se encimó y pareció que le pegaba. En realidad la estaba apuñalando porque, al parecer, la mujer se habría negado a darle las llaves del vehículo para que el ladrón se la llevara. Este huiría con la cartera y se escondería en la casa de su madre en la manzana 7 del terraplén.
“Situación muy dura”
En la conferencia de prensa que dictaría horas más tarde, Galfrascoli, afirmaría también que se trata de “una situación tremenda y muy dura. A horas del crimen hay un fiscal que está trabajando y la Policía de Investigaciones está tomando bajo las órdenes del fiscal Marchi los elementos de la causa. Hay muchas versiones y nosotros solo vamos a decir que tenemos una persona detenida para el Ministerio de Seguridad con muy altas probabilidades de ser la persona que cometió el terrible crimen que hoy estamos sufriendo todos en la comunidad de Santa Fe”.
El hecho conmovió los cimientos de la sociedad santafesina. Hoy no habrá clases. La ministra de Educación, Claudia Balagué, dispuso un asueto para que sus pares puedan acompañar el sepelio. Los gremios se han declarado consternados. Bajo el título “nos falta una seño”, Amsafé expresó “consternación y dolor” y al mismo tiempo exigió “a las autoridades el inmediato esclarecimiento de este aberrante crimen y el castigo al o los culpables”. UDA dijo “vestirse de luto” y también exigió el urgente esclarecimiento de la muerte de la maestra. ATE y Upcn, entre otras entidades gremiales vinculado al quehacer público, se declararon en duelo.
Fuente: La Capital
