Ramírez clave: con la pelota y en la presión de Boca
El volante, que hizo amonestar a cinco jugadores de River, tuvo un rol fundamental al tapar a Enzo Pérez. El análisis de Olé.
Ramírez, clave para Boca.
River terminó el superclásico con seis futbolistas amonestados. Cinco de ellos fueron por culpa de Juan Ramírez. Sí. Enzo Pérez, Martínez, Montiel, Zuculini y Romero vieron la amarilla por bajar al volante de Boca cada vez que buscó encarar. El ex San Lorenzo resultó una pieza clave por ese cambio de ritmo, tan característico suyo, que intentó darle a su equipo cada vez que entró en contacto con la pelota. Fue la principal arma de Boca en cada transición ofensiva.
Pero valorar sólo esa versión de Ramírez, con el balón en sus pies, sería detenerse sólo en una faceta del juego. Desde lo táctico, el volante fue tan o más importante cuando Boca no tuvo la posesión.
River, sin ser un equipo con una aceitada estructura en la construcción del juego desde su propio arco, utiliza el recurso de salir jugando a partir de la buena conducción de su dupla central (Díaz-Martínez) y del criterio de su cinco más posicional (Enzo Pérez). Russo fortaleció defensivamente a su equipo con una línea de cinco pero no se paró en un bloque bajo sino que buscó presionar y asfixiar a su rival en campo ajeno.
Cuando sacaba Armani, entonces, Briasco iba sobre Díaz y Pavón sobre Martínez. Y para evitar el 3v2 que suele generar Enzo Pérez en cada partido, el DT mandó a Ramírez sobre el 5.
El movimiento del volante de Boca, permanentemente de izquierda al centro, contrastó con el posicionamiento más recostado sobre la banda que había tenido en su debut ante Talleres, el domingo. Esta vez, la misión era neutralizar a Enzo.
Izquierdoz metió el último y desató el festejo auriazul. (EFE)
Boca Juniors se quedó este miércoles con el Superclásico ante River por penales y también con la clasificación a cuartos de final de la Copa Argentina.
El encuentro jugado en el estadio Ciudad de La Plata terminó 0-0 y la definición desde los doce pasos terminó 4-1 para los xeniezes, que en los pronósticos llegaban de punto ante un Millonario en ascenso en el torneo local.
De esta manera Boca sigue invicto ante River en la denominada “era Juan Román Riquelme”, ante el equipo dirigido por Marcelo Gallardo, con el valor agregado de que a pesar de que los cuatro encuentros que disputaron entre sí terminaron empatados, en las dos últimas definiciones de sendos mano a mano los de Miguel Ángel Russo se terminaron imponiendo desde los 12 pasos.
Inclusive Boca, de los últimos 14 partidos disputados solamente ganó uno en los 90 minutos, a The Strongest, de Bolivia, en la fase de grupos de la Copa Libertadores en curso, en la que se quedó fuera de competencia justamente en definición por tiros penales ante Atlético Mineiro, en Brasil, también en instancias de octavos de final.
Ahora, en instancias de cuartos de final los boquenses rivalizarán con Patronato, de Paraná.
“Valía mucho”
“Este partido valía mucho, después de todas las cosas que pasamos el grupo se merecía algo así”, indicó el arquero xeneize Agustín Rossi, en alusión a lo sucedido en la Libertadores, en la que quedó eliminado con escándalo ante Mineiro, en Brasil, y el plantel fue obligado a permanecer aislado a su regreso.
“Nos tuvimos que encerrar, jugamos dos partidos con los chicos… No sé si llegábamos golpeados al clásico de hoy pero sí con ganas de pasar. Nos merecíamos esto”, enfatizó el futbolista.
Rossi también aseguró que tenía “estudiado” al delantero de River Julián Álvarez, al que le tapó el primer penal en la definición, y expresó su deseo de “seguir avanzando y llegar a la final” del certamen.