Momentos de tensión se vivieron en Funes cuando en un control de rutina se detectó que uno de los choferes de un micro que tenía previsto llevar esta mañana a un contingente de alumnos de escuela primaria a su viaje de estudios dio positivo en un test de alcoholemia.
Los padres de los alumnos, que habían ido a despedir a los chicos, reclamaron que el conductor no viajara. Eso hizo que se demorara la partida de los micros hasta que el chofer fue reemplazado por la empresa de transporte a cargo del traslado de los estudiantes a Bariloche.
En el lugar un inspector de la Dirección de Tránsito local realizó controles de alcoholemia a los cuatro choferes destinados para el viaje y uno dio positivo.
El conductor, que aseguró que no tomó ninguna bebida con alcohol y lo justificó diciendo que está bajo un tratamiento para bajar de peso, forma parte del staff de la firma Manuel Tienda León, especializada en viajes estudiantiles.
La empresa a cargo del traslado llamó a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) para que haga la verificación en el lugar de la situación. Personal de la repartición hizo una contraprueba de alcoholemia a los choferes y les dio negativa a los cuatro.
No obstante, y para despejar dudas, se decidió con los padres cambiar al conductor cuestionado y poner un reemplazo. También, por consejo de los representantes legales, se pidió un nuevo test que se llevará a cabo en el Hospital Carrasco de Rosario.
Finalmente sobre las 11,15 horas de la mañana, los alumnos pudieron iniciar su viaje hacia Bariloche.
fuente: La Capital