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El gobernador Miguel Lifschitz criticó con dureza al gobierno nacional y se mostró “muy preocupado” por los recortes que el presupuesto que tuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación implican para la provincia, a la que puso como ejemplo por sus políticas: “Si la Argentina se pareciera un poco más a Santa Fe tendríamos un gran país”.
Lifschitz, en diálogo con el programa A diario que conduce Alberto Lotuf en Radio 2, dijo que Santa Fe perderá 8 mil millones de pesos por los recortes presupuestarios nacionales, pero además se enfocó en los perjuicios para la economía de la provincia, por los aumentos de impuestos y retenciones a la producción.
“Es un presupuesto recesivo que va a perjudicar el consumo y al sector industrial pyme de la provincia que vive del mercado interno”, enfatizó.
Además, defendió el aumento de impuestos a bancos y cerealeras que votó la Cámara de Diputados provincial, como forma de cubrir el fin de los subsidios nacionales al transporte y no cargar todo el problema a los usuarios a través del aumento de las tarifas.
Y aclaró que eso será sólo un paliativo, pues lo que se pierde son 3.500 millones que llegaban subsidios nacionales y estos aumentos generarán mil millones.
Sobre el fondo que crea la Nación para subsidiar el transporte, explicó que el total nacional será de 5 mil millones con lo cual a Santa Fe le tocarán como mucho entre 500 y 600 millones.
No sólo eso, cuestionó que la distribución quede a criterio del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, lo que para Lifschitz seguramente va a significar que no lleguen o lleguen tarde a Santa Fe, por una situación de discriminación política que según el gobernador la provincia ya sufre en otras áreas.
El gobernador dijo además que no se sabe cómo se van a reemplazar los recursos del fondo sojero y marcó una paradoja: “La provincia aportará el año que viene 90 mil millones de pesos por retenciones, pero no volverá ni un solo peso para mantener las rutas por las que llega la mercadería a los puertos”.
Lifschitz se manifestó “completamente de acuerdo” con que los jueces paguen impuesto a las ganancias, porque “no debe haber privilegios” en la Argentina.
Y dentro de su crítica a la Nación elogió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por su “dedicación, compromiso” y apoyo a la provincia.
Sobre su futuro político, sostuvo que hubiera sido “lindo” tener la posibilidad de competir por su reelección, algo que se frustró al no prosperar la reforma constitucional que propuso, para darle continuidad a los proyectos en marcha. Pero que igual trabajará por un triunfo del Frente Progresista en la provincia de Santa Fe y para la construcción de una alternativa nacional que sea superadora de la grieta.
En ese sentido, resaltó la experiencia de Santa Fe, donde “hay diálogo político maduro” y una política económica sana. “Vamos a terminar el año con superávit; es una economía que mantiene la actividad aunque estamos en proceso recesivo, que sigue manteniendo el empleo. Hay diálogo político, se discute. Pero dentro de una discusión madura. Si Argentina se pareciera un poco más a Santa Fe tendríamos un gran país”.