Comienza una semana clave para Javier Milei. El Presidente se enfrentará este miércoles a una prueba clave en el Congreso, cuando la Cámara de Diputados trate el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. A diferencia de lo que ocurrió durante la discusión por el veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria, esta vez el Gobierno no cuenta con los votos necesarios para dejar firme la decisión presidencial. Si el veto es rechazado en la Cámara baja, es un hecho que será derogado en el Senado.
Por eso, en la Casa Rosada analizan judicializar el tema en caso de un eventual revés legislativo.
“Están presentando un gasto sin una contrapartida. Obviamente, vamos a apelar”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, durante una entrevista con LN+. Consultado acerca de si eso implicaba acudir a la Justicia, contestó: “Sí, probablemente”.
“No es un tema de monto ni de cuál es el tema. Es de sentido común. Si el Congreso puede empezar a presentar todo el tiempo gastos sin una contrapartida, mañana te ponen éste, pasado el otro, ¿de dónde saco la plata?”, planteó Caputo. Según los cálculos de los Oficina de Presupuesto del Congreso, la Ley de Financiamiento Universitario tendría un impacto fiscal del 0,14% del PBI.
También sostuvo el titular del Palacio de Hacienda que la cuestión debería discutirse en el marco del debate por la Ley del Presupuesto.
Javier Milei firmó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario el miércoles pasado, un día después de una nueva movilización en defensa de la educación pública. Desde entonces, el Gobierno negocia contrarreloj para sostener la decisión presidencial en el Congreso.
Para el ministro de Economía, “hay una clara pelea entre la vieja política y la nueva”. “Nosotros buscamos transparencia y la vieja política es la dueña del ostracismo y siempre están buscando esta especie de entes autárquicos, cosas que sean difíciles de auditar”, sostuvo.
Dentro de la discusión por los fondos para las casas de altos estudios, el Gobierno acusó a las universidades nacionales de “inventar” alumnos para conseguir más recursos y de querer evitar los controles. “Manejamos la plata de la gente, bueno, auditémoslo”, sintetizó Caputo.