Una mujer de 50 años, que se hacía pasar como una empresaria exitosa vinculada la venta de carteras, fue detenida ayer por la Policía de Investigaciones (PDI), acusada de 16 casos de estafas, pero habría muchos más ya que, por el relato a La Capital de las propias víctimas, la acusada llevaba varios años realizando esta maniobra. El engaño consistía en pedirles a sus víctimas dinero para hacerlas ingresar en el comercio de carteras de diseño. Las tentaba con lograr buenas ganancias.Los damnificados se fueron conociendo y agrupando a través de las redes sociales. Además, fueron recopilando información detallada sobre la detenida, como un viaje que realizó el año pasado por Europa con su hijo.
La mayoría de las afectadas son mujeres jóvenes o adultas. Pero Gonzalo, un profesor de la escuela donde concurría el hijo de la acusada, fue quien más se movió para tratar de lograr la detención después de que la engañara a fines del año pasado. Contó que también estafó a padres de compañeros.
Silvina G. tenía previsto irse en agosto a vivir a España —ya que Rosario le quedaba “chica” para su “negocio”—, pero decidió adelantar su viaje para hoy al detectar mucha actividad en las redes denunciando sus estafas. Sin embargo, con la autorización judicial y la conducción de la fiscal Valeria Haurigot, la PDI montó antenoche una escena en un bar de Arroyito, cercano a la casa de la detenida, que además anoche fue escrachada. La puesta de la policía consistió en la presentación de un “inversor” decidido a participar con 168 mil pesos. Silvina G. fue detenida en el lugar.
Las historias de cómo esta mujer se fue acercando a las víctimas hasta ganar su confianza y embaucarlas se repiten. Hasta fue al casamiento de una de ellas, donde se relacionó con cuatro de las amigas de la novia, de la localidad cordobesa de Arias, a las que también estafó. Incluso viajó a Córdoba para terminar de redondear la faena. Los montos varían. Algunas personas engañadas entregaron 5.000 pesos, otra hasta 100 mil, monto que iba a ser destinado para la escrituración de una casa y no faltaron los que colocaron sus dólares.
Desde Fiscalía estimaron que desde 2015 había realizado la maniobra en reiteradas oportunidades. Sin embargo, algunas de las mujeres consultadas consignaron antecedentes que tendrían una década.
Historias de una mentira
Mariana, una de las víctimas, la conoció en 2011 cuando era empleada de un comercio del Alto Rosario Shopping. Luego de varias compras como clienta, G. comenzó a relatarle que era viuda, que había tenido cáncer. En 2015 le contó que se iba a casar, que estaba juntando dinero para la fiesta. Allí empezó un verdadero calvario.
“Ella se fue metiendo en vida, con mis amigos. En agosto de 2014 me llama llorando porque le habían entrado a robar a la casa y me pide si con mi recibo de sueldo le podía dar una mano para reponer dos celulares y una notebook. Se los compré, pero nunca me los pagó. En medio de eso, le di 5.000 pesos para el negocio de las carteras y después de casi medio año me entregó unos 15 mil pesos”, dijo. Pero esa “operación” fue el anzuelo para que cuatro amigas que habían venido a su casamiento desde Córdoba también fueran embaucadas. .
“A través del tiempo ocurrieron cosas que me hicieron dudar y en junio de 2015 me enteré que no era viuda, que tenía marido y no había sufrido cáncer”, relató ayer la afectada, quien no podía ocultar su bronca pese a que Silvina G. había sido detenida. Una semana atrás, a través de Facebook, se enteró que otro damnificado la había filmado. Es Gonzalo, profesor de la escuela donde asistía el hijo de la mujer y que fue estafado a fin del año pasado.
Fernanda, una de las damnificadas de la localidad cordobesa de Arias, contó cómo ella, su hermana, una amiga y una fonoaudióloga de esa localidad fueron estafadas. “Con mi hermana pusimos 5.000 pesos cada una y nuestra amiga 10.000 en 2015. Nos dijo que con la plata ella compraba el material, fabricaba las carteras diseñadas por especialistas de alta costura y nos devolvía, con ganancias, ese dinero en uno o dos meses. Nunca más la vimos”.
“Poco después nos enteramos de que otra mujer de la localidad había sido estafada un año antes”, agregó. “Te entra con un perfil de pobrecita, de vida sufrida, y justo coincidió que una de nosotras tres era viuda. Para colmo, a nuestra amiga que vive en Rosario le había cumplido con el pago”, detalló Fernanda.
Hoy Silvina G. será imputada durante una audiencia en Fiscalía.
Dónde denunciar
El Ministerio Público de la Acusación solicitó que los afectados hagan sus denuncias en la Fiscalía.
Fuente: La Capital