Quiso impedir una tragedia y lo mataron de una puñalada

Un policía retirado quedó detenido la madrugada de ayer acusado de apuñalar y matar a un vecino de 35 años en la cortada Marcos Paz al 4200, en el barrio Echesortu y en medio de una fiesta navideña que se realizaba en la calle. El agresor salió furioso de su casa armado con dos cuchillos para arremeter contra un grupo de jóvenes que se había congregado en el lugar para escuchar música y extender los festejos de la Navidad, pero la víctima, que no estaba en el grupo sino sentando a unos metros de allí, trató de impedirlo y en ese momento recibió una puñalada que le provocó la muerte casi en el acto.

Todo ocurrió en medio de una fiesta callejera y derivó en un hecho vecinal trágico ayer a la mañana en el tramo que la cortada Marcos Paz ocupa entre Río de Janeiro y Valparaíso, en lo que alguna vez se conoció como barrio La República y hoy es una extensión de Ecehsortu. Hasta ese lugar llegaron grupos de jóvenes de distintas zonas de la ciudad después de la medianoche de Navidad (aparentemente convocados por Facebook), con algunas botellas y latas de alcohol dispuestos a escuchar y bailar la música que salía de los bafles que un vecino había sacado a la calle y que retumbaba en varios metros a la redonda.

Aunque excedidos en el horario y los decibeles, y sin que autoridad alguna los controle a pesar de los reclamos de los vecinos al 911, todo transcurría con normalidad.

Cristian Mautone, que vivía con sus padres en un pasillo de la cuadra desde hace muchos años y trabajaba como taxista, miraba esa situación desde unos 30 metros mientras charlaba tranquilamente con una amiga, sentado en la puerta de la casa ubicada en Marcos Paz 4241.

Un acto de locura

A las 5.15 todo se precipitó. Un vecino identificado como Angel Eduardo R., de 56 años, salió de su vivienda con dos cuchillos en las manos y arremetió con furia contra los jóvenes que copaban la calle, al parecer hastiado por el alto volumen de la música y los ruidos molestos que no lo dejaban descansar.

Cristian lo advirtió e intentó detenerlo. Se paró, dejó a su amiga sentada en el umbral y esa fue la peor decisión. El agresor, cegado, lo atacó directamente sin reparar que no tenía otra intención que calmarlo. Ensangrentado, Cristian volvió sobre sus pasos y le pidió a su amiga que llamara a una ambulancia.

Una hora después se confirmó la peor. Mautone murió en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) mientras era sometido a una intervención quirúrgica. Aunque la Fiscalía Regional Rosario informó que la herida mortal fue por la espalada, fuentes policiales indicaron que recibió una puñalada en el abdomen.

“No fue una pelea”

Ayer al mediodía los residentes de la cortada más larga de Rosario —como se conoce a Marcos Paz— amanecieron con la triste noticia. Algunos se iban enterando a medida que salían a la calle, donde sobresalía la presencia de un patrullero que custodiaba la casa del homicida, otros se asomaban con recelo aunque ya estaban al tanto porque no pudieron pegar un ojo durante toda la noche por los disturbios.

Es que luego del fatal hecho, muchos de los jóvenes presentes en la fiesta, además de amigos y familiares de la víctima según refirió el parte policial, arremetieron contra la vivienda de Marcos Paz 4251 donde el homicida vive con su mujer y dos hijos pequeños, de 2 y 4 años, rompieron una puerta y ventanas y hasta hubo un intento de linchamiento, según comentaron algunas personas consultadas por este diario.

La amiga que compartió la charla previa con Cristian y que fue testigo directo de todo lo ocurrido estaba shockeada ayer al mediodía. “No fue una pelea”, aclaró en principio. “No hubo discusión. Estábamos charlando tranquilos acá en la puerta, tomando un fernet y haciendo un balance de la vida, de los afectos, de nuestros proyectos, como se hace para estas fechas”, rememoró con tristeza la joven.

Después contó lo que pudo ver. “De golpe vemos que este hombre sale con dos cuchillos, desencajado, loco, y se dirige para donde estaban los pibes escuchando música. Cuando Cristian lo vio así se levantó rápido y fue a frenarlo para que no cometiera una locura, pero se ve que estaba furioso y lo atacó a él. Cuando lo ví volver, sólo atinó a decirme que llame a una ambulancia porque este tipo lo había apuñalado”.

Otras personas con toda una vida en el barrio describieron a Cristian como un “chico bueno, tranquilo, de familia. Mirá como son las cosas, anoche vino a saludarnos por la Navidad, como a despedirse”, interpretó una mujer grande con lágrimas en los ojos.

El caso quedó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Florentino Malaponte, quien coordinó una serie de medidas con apoyo del personal de la comisaría 6ª y de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) que derivaron en la detención del sospechado del homicidio.

Este hombre sería un agente policial retirado que prestó servicios en una brigada científica de la Policía de Buenos Aires y que hace poco más de dos meses se radicó en la ciudad. Según se indicó desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA), será imputado hoy en los Tribunales provinciales en horario a confirmar.

Un muchacho del barrio

Cristian Mautone tenía 35 años y una vida entera en el barrio La República. Estudió en el colegio San Francisco Solano, ubicado en Río de Janeiro y Mendoza, a sólo 100 metros de su casa. Por eso en el barrio era muy conocido. El pasado 15 de diciembre había cumplido años y su muro de Facebook está lleno de salutaciones. Pero ayer, diez días después, el muro se tinió de dolor y despedidas como la que escribió May: “Me duele en el alma que te hayas ido, siempre fuiste una persona conmigo, te voy a recordar siempre querido amigo”.

Fuente: La Capital

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