Hogares “prosumidores”: productores y consumidores de energía

Es una postal que se repite desde hace varios años: los cortes del suministro eléctrico en verano se transformaron en una costumbre de la mano del incremento del consumo tanto a nivel domiciliario como industrial.

Para incrementar la oferta existen a nivel estatal varias iniciativas y programas de fomento que buscan dar impulso al desarrollo de las energías renovables. Sin embargo, los especialistas advierten que también se puede generar energía alternativa a nivel “particular”. Pero ¿cómo hacerlo y cuál es el costo?

A la hora de seleccionar un tipo energía renovable hay varios factores que influyen, ya que cada una tiene sus particularidades. Lo primero a tener en cuenta son las condiciones naturales que se pueden aprovechar en cada hogar y, también, para qué se va a utilizar esa energía.
Por el momento, los equipos más utilizados en los hogares argentinos son los termotanques solares, que permiten obtener agua caliente a través de la energía solar. Son sencillos de colocar y pueden funcionar como la única fuente de agua caliente o bien instalarse de manera complementaria con el termotanque o calefón tradicional que ya exista en la casa, algo que se vuelve necesario tras varios días sin sol. A éstos le siguen los equipos para climatizar piscinas y los grupos electrógenos solares que evitan los cortes de luz.

Los precios de los termotanques solares arrancan desde los $10.000 y varían según el tamaño y la tecnología que utilizan. En promedio, refaccionar un hogar con equipos que generen energías renovables (luminarias y algún artefacto eléctrico) cuesta alrededor de $25.000. Si bien parece una inversión costosa, los beneficios y resultados a largo plazo son muchos, el principal sin dudas es el ahorro.

Daniel Heredia, representante de la empresa Valdemarco -que fabrica sistemas solares térmicos- explica que el ahorro depende del tipo de instalación. “Si es solar térmico va a permitir ahorrar un promedio del 50% de gas natural”, destaca.

También se podrían obtener ganancias a partir de la generación de energía fotovoltaica y la venta de los excedentes a la red de distribución local. Esta es una práctica muy extendida en varios países desarrollados. Heredia comenta al respecto que en el Congreso Nacional “se está tratando una ley de generación distribuida que permitiría a quienes tengan este tipo de instalaciones vender lo generado a la distribución local”. En provincias como Salta y Santa Fe ya existen leyes en donde la empresa de distribución brinda beneficios a los usuarios de acuerdo al aporte que hizo a la red.

Cabe destacar que, si bien los sistemas de energías renovables son independientes, los especialistas y fabricantes recomiendan utilizar sistemas híbridos que combinen producción de energía renovable con la utilización de energía eléctrica.

Según un censo realizado recientemente por el INTI, desde el año 2012 al 2015 la tasa de crecimiento en instalaciones de calefones solares aumentó en un orden del 100% anual en forma sostenida, y se prevé que siga en progreso. El número de empresas que venden este tipo de equipamientos en Argentina (ya sea producidos localmente o importados) también ha aumentado, y muchas de ellas -como Vademarco- mostrarán sus novedades en la exposición tecnológica BIEL Light + Building Buenos Aires, que se desarrollará del 13 al 16 de septiembre en La Rural y es organizada por Messe Frankfurt Argentina y la Cámara de Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL).

En definitiva, el crecimiento de este mercado en el país representa una gran oportunidad para el desarrollo de todos los grupos y actores que lo componen: fabricantes, importadores, instaladores, usuarios y los sectores públicos y privados en general.

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