Pedirán suspender el Gigante de Arroyito por el recibimiento al equipo

¿Cómo se termina con la violencia en las canchas? ¿Son los barras el único problema? ¿Qué papel juega la sociedad cuando se transforma en hincha? ¿Son capaces de tolerar cualquier comportamiento dentro de un estadio, que fuera no permitirían? Muchos de estos interrogantes vienen a la mente después de ver las imágenes del Gigante de Arroyito, en el partido entre Rosario Central y Racing.

Los hinchas Canallas quisieron homenajear a su equipo después del triunfo ante Newells y lo quiseron hacer a lo grande. Sin embargo, esta vez se excedieron.

La Brigada de Neutralización y Explosivos de la Unidad Regional II, en la requisa de rutina que suelen realizar en las instalaciones, previo a los cotejos deportivos, sobre la zona de la platea este, bandeja inferior entre T I y T J en los techos del palco número 4, lograron el secuestro de 38 bombas de estruendos y 3 morteros. (imagen). 

El mismo quedó a disposición de la justicia alojado en la Comisaría 9º.

Desde el Gobierno se está trabajando para que los estadios vuelvan a ser un lugar para la familia. Pero, ¿colaboran las familias para que el fútbol vuelva a ser de todos? Y no es una cuestión de no poner banderas. Es una cuestión de seguridad. Porque la pirotecnía puede herir y los demás gestos no hacen más que generar violencia.

En diálogo con Toda Pasión, el Director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos de la Nación, Guillermo Madero dijo que en las próximas horas enviará una nota a la AFA para sancionar de oficio a Rosario Central. Por otro lado aclaró que “el tema de pirotecnia y banderas son contravenciones locales” y “sólo a nivel provincial se pueden tomar medidas directas”. El funcionario también aclaró que en la nota pedirá una sanción para Newells por llevar ataudes con los colores de Rosario Central en el banderazo de los días previos al clásico.

Sin dudas que la violencia en las canchas no puede ser la lucha de unos pocos. La dirigencia de Rosario Central no puede estar ajena a lo que pasó ayer. Transformar una fiesta en un espectáculo peligroso y provocativo. Un generador de violencia.

Al parecer habrá que luchar mucho tiempo más para que los estadios sean un lugar tranquilo. Y la sociedad deberá ser parte de esa lucha.

Fuente: Todo Noticias – Rosario Alerta

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