Según pudo averiguar mediante el homebanking y las consultas a los comercios, una mujer de esa localidad encontró la tarjeta y deliberadamente comenzó a gastar todo el saldo que poseía.
Realizó cinco compras en dos locales: una tienda de ropa y un supermercado. En los comercios no le solicitaron DNI y aseveró que el titular del débito era el padre de una de sus hijas. Fue una de las vendedoras la que reveló la identidad de la mujer que efectuó las compras.
La maniobra le salió bien hasta tanto Ariel comprobó a través del banco y los negocios toda la mecánica de esta estafa. “Tenía alrededor de 5000 pesos en el saldo y cuando consulté al otro día me quedaban sólo 100”, manifestó el sangenarino en diálogo con Info Maciel.
Tras el reclamo administrativo espera que se le restituya el monto que tenía en su cuenta y al mismo tiempo realizó la denuncia en sede policial. “Me tomaron la declaración y van a citar a la titular de un comercio para que ratifique lo que me dijo”, afirmó.
El mecanismo utilizado por quien encontró la tarjeta fue muy burdo y quedó rápidamente en evidencia. Ahora, ese intento malintencionado deberá afrontarlo en la Justicia.
Fuente: Info Maciel